Se cumplió un año de que Natalia recibiera la muerte en manos de su ex pareja, quien la hizo víctima de violencia durante muchos años. Un viernes por la tarde, a plena luz del día en la Plaza de la Estación de Quilmes y a la vista de todos. Este hecho nos conmovió profundamente en aquel momento y nos sigue llenando de dolor y bronca hoy. Por eso, desde la Comisión de Mujeres de Quilmes, Berazategui y Varela, decidimos juntarnos en la misma Plaza para realizar una jornada junto a su familia, compañeros, amigos, vecinos y otras tantas personas que sin conocerla se sintieron convocadas. El estar allí nos fortaleció, porque creemos que es necesario transformar el dolor en fuerza para luchar, por Natalia y por todas.
La violencia contra las mujeres es un problema social que ha recrudecido en estos últimos años, agravándose también como consecuencia de la crisis, los femicidios se han incrementado. Era en la calle donde teníamos que estar, reclamando y haciéndonos oír. Porque hemos aprendido en el camino que debemos romper la puerta de nuestras casas, sacarlo de adentro, hacerlo visible, comprendiendo que aquello que le pasa a una nos pasa a muchas y necesitamos unirnos para dar la pelea.
Con un escenario montado en la plaza, con pancartas expresando los diferentes reclamos, repartiendo volantes y juntando firmas por la declaración de emergencia en violencia sexual y contra las mujeres, nos fuimos apropiando del lugar. Muchos de los que se acercaron recordaban haber estado ese día. Desde el micrófono denunciamos que a Natalia no sólo la mató su asesino, sino también la inacción de aquellos que debían hacer respetar su decisión, la ineficacia y la indiferencia del Estado, de la policía que sabía quién era su agresor. A Natalia la mataron los responsables de que la ley de violencia se implemente, la mató la falta de presupuesto… a Natalia, también, la mató el doble discurso del gobierno.
Después de las palabras de dos compañeras de la Comisión, muy sentidas y con profundo contenido, la actividad culminó con la actuación de un ballet folklórico, en un cálido homenaje. Al grito de Natalia López ¡Presente! Los abrazos y la emoción nos envolvieron.
Por todas a las que les arrebataron su vida impunemente, porque las mujeres no merecemos ser maltratadas, violadas, quemadas, asesinadas y porque hay responsables materiales y políticos detrás de cada caso de femicidio. Porque las mujeres no estamos dispuestas a seguir pagando la crisis, mucho menos con nuestras vidas ¡Porque la lucha de Natalia, la lucha por la conquista de nuestros derechos y de nuestra dignidad es de todas!