El acampe comenzó el lunes 25/02, en medio de una copiosa lluvia, con la participación de más de 200 personas, destacándose el asentamiento del ferrocarril, habitado mayoritariamente por aborígenes, y el Barrio Chacra 108.
En el asentamiento que bordea el ferrocarril, hay 80 familias aproximadamente. Viven en
toldos, no tienen agua, alimentos, trabajo ni planes sociales. A esto se suma la
existencia cercana de un grupo electrógeno sumamente contaminante, y el hecho de que se realizaría un tendido eléctrico de alta tensión en esos terrenos.
La primera autoridad que se hizo presente el martes 26 fue el presidente del Idach,
Orlando Charole, adhiriendo al reclamo de la Multisectorial en la convocatoria al gobernador de la provincia, y comprometiéndose a articular los mecanismos institucionales para ello.
Apoyó el acampe destacando que “el Estado tiene la obligación y la responsabilidad de brindar mejores condiciones de vida a todos los habitantes. Nosotros queremos que se resuelva el problema de la gente y con mayor razón si hay una multisectorial, un apoyo
multisocial de las fuerzas sociales de diferentes expresiones. A los pobres nos tiene que unir nuestra pobreza, nuestras demandas (…) es un problema social transversal que nos afecta a todos, no de los aborígenes solamente. El Idach va acompañar. Yo lo que les pido es que no
salgan de acá, que esperen al gobernador”.
Después de tres días de acampe bajo la lluvia, el miércoles 27 por la noche se realizó
una asamblea general, convocada por los delegados ante la necesidad de los acampantes de mantener la plaza limpia y ordenada, decidiendo solicitar baños, bolsitas de residuos, etc.
A su vez, decidieron ir a los medios locales llamando a la solidaridad de los vecinos,
comerciantes, iglesias, organizaciones sociales y a las distintas instituciones para
seguir sosteniendo el acampe.
Resolvieron continuar y agrandar el acampe esperando la llegada de los campesinos,
obreros rurales, sin tierras y pobladores de los barrios más alejados, entendiendo que ésta es la primer experiencia de la más amplia unidad del pueblo de Castelli en un reclamo que no puede esperar más.
Como dijo Farías, un acampante de la comunidad aborigen: “No hay diálogo con ninguna autoridad de Castelli, no vino nadie. Este acampe va a continuar hasta que el gobernador venga (…) Se tiene que terminar la palabra, señores, nosotros queremos la realidad, el hecho”.
02 de October de 2010