Si bien fueron minoritarios en nuestro país, hubo algunos actos terroristas realizados por los anarquistas a comienzos del siglo 20, que tuvieron gran repercusión.
Si bien fueron minoritarios en nuestro país, hubo algunos actos terroristas realizados por los anarquistas a comienzos del siglo 20, que tuvieron gran repercusión.
Dejamos de lado un ataque al presidente Roca en 1886, cuando Ignacio Monje lo hirió en la cabeza con un piedrazo, pues está en debate si Monje era o no anarquista. De los que no hay duda de la autoría es de los ataques a los presidentes Manuel Quintana, en 1905, y Figueroa Alcorta, en 1908. El periódico anarquista La Protesta decía, luego de la represión al movimiento obrero con la excusa de la revuelta radical: “Quintana tiene ya sobre su conciencia –si es que existe– más cadáveres que meses de gobierno” (2 de mayo de 1905). El 21 del mismo mes, en el postergado acto por el Día Internacional de los Trabajadores otra represión enlutaría nuevamente al movimiento obrero.
Salvador Planas y Virella, tipógrafo catalán de 23 años, anarquista, el 11 de agosto de 1905 atenta contra Quintana, con dos disparos de revólver al paso del carruaje presidencial. El arma falla, y Planas es detenido. Afirma que su intención era vengar a los asesinados durante la manifestación del 21 de mayo. Planas fue condenado a 10 años de cárcel por “intento de homicidio”.
El Vº Congreso de la FORA, el 26 de agosto de 1905, rindió homenaje a Planas en su apertura, cuando el secretario del Consejo Federal, tras afirmar “Bajo el poder tiránico que nos aplasta tenía fatalmente que surgir el brazo justiciero que vengara tanta afrenta y escarnio a la civilización. Y Planas fue y hubo de ser el rayo”, invitó a los delegados a que “nos pongamos de pie como una muestra de aprecio y admiración hacia el compañero Planas”.
Muerto Quintana en 1906, asume Figueroa Alcorta. El 28 de enero de 1908, el salteño Francisco Solano Rojas, de 21 años, soltero, “mosaiquista”, arroja una bomba contra el presidente, al bajar éste de su carruaje. La bomba no estalla y Solano Rojas es detenido y condenado a 20 años de prisión. Los anarquistas, si bien con diferencias entre ellos, también reivindicaron este atentado, tras el cual sobrevino otra oleada represiva.
El 6 de enero de 1911, Planas y Solano Rojas huyeron junto a otros 11 presos del sector de “no peligrosos” de la Penitenciaria de Buenos Aires (hoy Plaza Las Heras). ¿Cómo llegaron hasta ahí los dos anarquistas? Con la colaboración de un preso que elaboró la ganzúa para entrar a ese sector, y con la de Simón Radowitsky, el que atentara contra el odiado jefe de policía Ramón Falcón, de los que hablaremos en otra columna. n
17 de April de 2013