A pocos días de la sentencia en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, se conocieron en los medios las escandalosas conversaciones entre el ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada, su viceministra Noemí Rial, y el ex secretario de la Unión Ferroviaria y acusado de instigador del crimen, José Pedraza. Las conversaciones muestras públicamente lo que muchos venimos denunciando desde hace años: la complicidad del gobierno nacional con el sistema mafioso que maneja los ferrocarriles.
A pocos días de la sentencia en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, se conocieron en los medios las escandalosas conversaciones entre el ministro de Trabajo de la Nación Carlos Tomada, su viceministra Noemí Rial, y el ex secretario de la Unión Ferroviaria y acusado de instigador del crimen, José Pedraza. Las conversaciones muestras públicamente lo que muchos venimos denunciando desde hace años: la complicidad del gobierno nacional con el sistema mafioso que maneja los ferrocarriles.
Tomada, que fue antes de ser ministro abogado de distintos gremios, entre ellos de la Unión Ferroviaria, trata, en estas conversaciones del 14 de enero de 2011, con una gran familiaridad a Pedraza, y le da recomendaciones de cómo “hacerles la cabeza” a los tercerizados que lograban su efectivización con la lucha. También hablan, ministro y jerarca sindical, de cómo frenar el ingreso de trabajadores.
Entre expresiones de “mi querido” por parte de Tomada, y de “¡Ministro!”, de Pedraza, se revela en esta conversación -que recordemos ocurre tres meses después del asesinato del joven militante del PO, cuando el gobierno juraba y re juraba que no mantenía vínculos con Pedraza- cómo el gobierno kirchnerista trataba de mantener el esquema de cooperativas truchas y de concesiones a empresas del “capitalismo de amigos”, que impuso el menemismo en los ferrocarriles.
Como si esto no bastara, se conoció otra conversación, de casi un mes después, de la viceministra de Trabajo con Tomada, en la que no sólo le pone a disposición uno de los abogados de su estudio, sino que lo asesora directamente “¿tenés armas en el sindicato? ¿Están declaradas?”. Es tal la impunidad de estos sujetos, que vale la pena recordar que mientras Rial y Pedraza conversaban amablemente por teléfono, la policía allanaba el piso del sindicalista en Puerto Madero, el domicilio de Juan Carlos “El Gallego” Fernández, la sede de la Unión Ferroviaria y la “cooperativa” Unión del Mercosur.
El 19 de abril se conocerá la sentencia en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra. Es una cita de honor para todos los trabajadores y sectores populares movilizarnos a los Tribunales Federales de Comodoro Py, para reclamar la condena de los enjuiciados, y para que Tomada y Rial sean juzgados por complicidad en este crimen.
