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08 de May de 2013

Gran repudio a la represión en el Borda

Ciudad de Buenos Aires

 El martes 30 de abril una gran manifestación repudió la brutal represión en el hospital Borda el viernes anterior, que dejó más de 50 heridos. Cerca de 15.000 personas, en el marco de un paro nacional de ATE, marcharon hasta la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, exigiendo el castigo a los culpables de tremenda saña contra trabajadores, pacientes, periodistas y voluntarios. 

 El martes 30 de abril una gran manifestación repudió la brutal represión en el hospital Borda el viernes anterior, que dejó más de 50 heridos. Cerca de 15.000 personas, en el marco de un paro nacional de ATE, marcharon hasta la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, exigiendo el castigo a los culpables de tremenda saña contra trabajadores, pacientes, periodistas y voluntarios. 
Estos defendían el Pabellón 19 del Hospital Borda, cuyo desmantelamiento es parte del proyecto del gobierno de la ciudad de instalar en esos terrenos un “centro cívico”, con un gigantesco negocio inmobiliario detrás, en el que están vinculados empresarios “amigos” de Macri.
En el acto, dirigentes gremiales denunciaron estos negociados, el avance del gobierno pese a un fallo judicial que ordenaba frenar la obra, y es de destacar que aunque también movilizaron los sectores gremiales estatales alineados con el gobierno nacional, desde muchos sectores se remarcó la complicidad del kirchnerismo. Así lo hizo José Luis Matassa, secretario general de ATE Capital, quien afirmó: “Son cómplices, porque si no hubiesen votado el presupuesto para hacer estas obras, ahora al macrismo le sería mucho más dificultoso llevar esto adelante. Además, esto fue parte de un pacto que también involucraba las tierras en caballito, en la Isla Demarchi, etc.”
Durante estos días se multiplicaron los reclamos pidiendo la renuncia de la cúpula policial de la Metropolitana, y del ministro de Seguridad de Macri, Guillermo Montenegro. La represión, como dijimos en la nota anterior, es una necesidad de este gobierno para avanzar en su política de negociados inmobiliarios, y de privatización de la salud. Una de las consecuencias de la represión, que vienen denunciando tanto los profesionales del Borda como distintas asociaciones médicas es el agravamiento en muchos de los pacientes del Hospital,  que experimentan “descompensaciones en los cuadros psicopatológicos” , además de los trastornos físicos, al resultar heridos con balas de goma y al sufrir las consecuencias de los gases lacrimógenos.
Son muy buenas las condiciones para la necesaria unidad de los trabajadores del hospital, con el apoyo de los usuarios y organizaciones populares, para avanzar en la defensa del hospital público, por la desmanicomialización, para impedir que se haga el Centro Cívico en estos terrenos, y por el castigo de todos los responsables directos y políticos de la represión.