El compañero Panaia comienza contando que el gremio abarca las empresas Telecom y Telefónica, y geográficamente Capital Federal y Gran Buenos Aires. Hay activos cerca de 6.200 afiliados, 4.000 en Telefónica y 2.000 en Telecom: “La mayoría de los que coincidimos en la Granate Blanca, tenemos una visión común de lo que pasó los últimos años en el gremio. En el período que abarca las elecciones de 1997 y 2005, la dirección del gremio acompañó los procesos de lucha, salió a la calle por reivindicaciones concretas de los telefónicos. Funcionó el Cuerpo de Delegados, conseguimos la estabilidad laboral que habíamos perdido con la conducción marrón; conquistamos las siete horas; eliminamos las pasantías, que eran un desastre en nuestro gremio, con más de 1.500 compañeros haciendo pasantías con un régimen de explotación muy grande. Las eliminamos producto de la lucha, y producto de que, de una u otra manera, el gremio tomó las reivindicaciones y se puso a la cabeza.
“A partir de las elecciones del 2005, coincidimos que hay dos hechos políticos que nos muestran que esta conducción había cambiado: Uno es una asamblea en Racing sobre aumento salarial. En el Cuerpo de Delegados habíamos aprobado pelear un 25%, y el gremio acordó con las empresas un 16%. Hicieron esto, pese a que perdieron en la asamblea, pero salieron diciendo que habían ganado. Primer gran quiebre entre la dirección del gremio y la base. El segundo gran quiebre fue la gran lucha que protagonizamos en el 2006, por el tema de las contratistas. Ahí, desde abajo, uniendo a los compañeros de plantel exterior, que son los que trabajan en las contratistas, hicimos una gran movilización al sindicato para que tomara en sus manos la reivindicación. El gremio en principio lo toma, y sale un plan de lucha.
Ese plan de lucha incluyó tomas de edificios, como el edificio República, paros… Una lucha muy importante, porque los activos estaban luchando por los compañeros de los contratistas. Hubo un avance de la conciencia de los compañeros muy importante. El gobierno le plantea al gremio que no puede ser que se anden tomando edificios, estuvimos casi un mes en esa lucha. El gremio levanta la medida de fuerza.”
Cómo se armó
la Granate Blanca
Afirma el candidato a secretario de Organización que “Esos dos hechos hacen que la conducción está cada vez más alejada de los compañeros. Por eso en el 2009 peleamos una lista de oposición única, lo que no se logró. Si sumamos los votos de las dos listas de oposición, le ganábamos a la conducción del gremio.
“Eso también nos hizo reflexionar, y a partir de esto nos empezamos a juntar, a ir a los plenarios de delegados, a las asambleas, con posiciones unificadas sobre lo salarial, contra el impuesto a las ganancias, contra la productividad, etc. Fuimos dando batallas. Algunas las ganamos, otras las perdimos.
“Producto de esa experiencia, y de que una gran parte de los trabajadores telefónicos hicieron una experiencia, las agrupaciones armamos esta lista, la Granate Blanca. Supimos escuchar lo que decían los compañeros: ‘únanse, así cambiamos esta conducción, porque así no podemos enfrentar ni a las patronales, ni tener independencia del gobierno, ni pelear por el convenio, por el salario, etc.’ Esa reflexión caló. Fue muy difícil, somos nueve agrupaciones: peronistas que están en la CTA, compañeros de izquierda, la CCC, compañeros independientes.
“Hicimos algo bueno que fue discutir un programa, que es muy avanzado para el movimiento obrero. Tenemos algunas reivindicaciones para poner en práctica, si ganamos, que son de avanzada. Vamos a establecer limitaciones a los miembros de la Comisión Directiva: no van a poder estar más de dos períodos consecutivos, por estatuto. Los compañeros, después de dos períodos, tienen que volver a trabajar. Acordamos la incorporación de las minorías en la Comisión Directiva, Junta Electoral compartida entre oficialismo y oposición para que los comicios sean trasparentes, revocación de los miembros de la Comisión Directiva por asamblea general de afiliados. Una de las cuestiones fundamentales que planteamos es retomar las prácticas democráticas, es decir, que la dirección no está en la comisión administrativa, está en el Cuerpo de Delegados, con mandato, y en las asambleas generales.
“Desde ya no hablamos de asambleas generales como las convoca la actual dirección del gremio, que las convoca como el kirchnerismo convoca a sus actos. Las convoca para los amigos, dando permiso gremial a sus amigos y a nosotros nos retacea los micros. Las hace en lugares alejados de las oficinas, etc.
“Es una conducción que está alineada con el kirchnerismo, pero tiene problemas. El otro día, en una recorrida por una de las oficinas, estábamos hablando sobre la necesidad de la independencia del gremio, de la política de este gobierno, y de cualquier gobierno. Ahí un compañero nos dice “los felicito. Yo soy kirchnerista a morir, pero nosotros no podemos embanderar a esta organización bajo ningún gobierno. Tenemos que defender los intereses de los trabajadores por encima de cualquier otro interés”. Nos dejó pensando. Expresó que hay una parte de los compañeros que por ahí simpatizan con este gobierno, pero no quieren subordinarse al kirchnerismo. Ese mismo compañero expresó que estaba en contra del impuesto a las ganancias y de los topes salariales.
“Hay 802 compañeros de las empresas de celulares que están en el padrón de Foetra, pero cobran como empleados de comercio. Esa es una impugnación que presentamos a la Junta Electoral, y dicen que van a votar en una urna separada. Ahí le metimos una cuña a la Azul y Blanca, porque esos eran todos ‘hijos del gremio’. Tenemos dos candidatos que son de ahí”.
Reclamos de los telefónicos
Sobre esto, plantea Panaia: “Los compañeros reclaman fundamentalmente por el salario. Nuestro salario está conformado, hoy, con un 30 a 35% de premios. Por lo tanto, si no hacemos horas extras, y extendemos nuestra jornada laboral, sea día de semana, sea los sábados, nuestro salario queda muy por debajo de la canasta familiar. Llegamos a esa cifra haciendo horas extras los que tenemos 20 años de antigüedad. Telefónica y Telecom son de las empresas que más ganan en la Argentina. La juntan con pala, y esta conducción nos ata a los topes salariales del gobierno.
“Otro tema muy importante para los compañeros es que las empresas tienen la política de tercerizar todos los servicios de plantel exterior. Hay especialidades muy importantes, como conservación, presurización, revisadores, etc., que al no renovar la planta permanente, da todo este trabajo a las contratistas. Mantiene un caudal importantísimo de contratistas y subcontratistas. En una asamblea, hace poco, un compañero planteó que si ganamos las elecciones nos ocupemos de las especialidades, porque nos estamos quedando sin gente.
“Otra cuestión muy arraigada entre los compañeros tiene que ver con la larga tradición democrática en el gremio, y cuando los compañeros ven que hacen las asambleas a 200 kilómetros de su lugar de trabajo, y no le facilitan cómo ir, hay bronca, y se ha creado una situación de desmovilización en el último período, que estamos tratando de revertir recorriendo los edificios.
“El compañero candidato a secretario general, Eduardo Moyano, me contaba que estuvo en Talar de Pacheco, de Telecom, y que si se traduce en votos la bronca contra la dirección del gremio y las empresas, el gremio se las va ver con muchas dificultades.
“Hasta ahora la Azul y Blanca no arrancó la campaña. Nos están poniendo trabas muy importantes en la Junta Electoral. No nos entregan los padrones, y dicen que nos van a entregar el definitivo 24 horas antes. Van a instrumentar un sistema de votación sin las boletas de sueldo, sólo con documento, por lo que pueden meter a cualquiera.
“Esto lo venimos denunciando en las asambleas, porque estamos preocupados. No queremos que la tradición democrática de este gremio se vea manchada en estas elecciones. Estamos haciendo todas las presentaciones legales para que las elecciones sean transparentes.
“Esta lista es una lista con compañeros de mucho prestigio. De cien edificios tenemos representación en casi 70. Hay de todas las corrientes. Venimos con muy buena recepción por parte de los compañeros. Estamos desplegados, y muy contentos, porque estamos trabajando hace mucho, y pese a las trabas que nos ponen las empresas, recorremos los lugares, y todas las asambleas que organizamos terminan con aplausos. Nosotros peleamos para ganar, y si no ganamos, igual quedaremos en excelente condición para enfrentar a las empresas y a la política del gobierno”.