Una nueva tragedia enluta al pueblo de la zona oeste del Gran Buenos Aires, que sigue pagando con vidas de trabajadores la política nefasta del gobierno de Cristina Kirchner y su ministro Randazzo.
Esta vez una formación del Sarmiento que llevaba destino a Moreno, el “Chapa 1”, colisionó con otro que se encontraba detenido en Castelar, dejando como saldo 3 muertos, y 315 heridos.
Una nueva tragedia enluta al pueblo de la zona oeste del Gran Buenos Aires, que sigue pagando con vidas de trabajadores la política nefasta del gobierno de Cristina Kirchner y su ministro Randazzo.
Esta vez una formación del Sarmiento que llevaba destino a Moreno, el “Chapa 1”, colisionó con otro que se encontraba detenido en Castelar, dejando como saldo 3 muertos, y 315 heridos.
Otra vez el dolor y la solidaridad del pueblo de un lado, y la hipocresía y el verso del relato oficial del otro. La empresa y Randazzo salieron a decir que el tren funcionaba perfecto, que estaba totalmente reacondicionado, y que el maquinista no había respetado las señales, buscando descargar su culpa en los trabajadores como ya lo intentaran con el motorman de Once el año pasado.
Una tragedia anunciada
y evitable
Luego de la Masacre de Once que dejó el saldo de 52 muertos y más de 700 heridos, el gobierno tuvo que soltarle la mano a su ex socio y amigo Cirigliano de TBA, producto de la lucha popular, en particular de los familiares de Once y el Cuerpo de Delegados del Sarmiento, rodeados por fuerzas políticas como el PCR y la CCC. Pero mantuvo la concesión privada del ferrocarril, entregando el Sarmiento y el Mitre a la Ugoms (Unidad de Gestión Operativa, Líneas Mitre y Sarmiento), de Roggio-Romero, concesionarios privados de otras líneas, grandes beneficiarios de los millonarios subsidios del gobierno, y socios de Cirigliano en la Ugofe (Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia), que controla el Roca. Por otro lado, Cristina Kirchner pasó el área de transporte del Ministerio de Planificación de De Vido al de Interior de Randazzo.
En estos 16 meses desde ese terrible 22 de febrero del 2012 de la masacre de Once, el gobierno K y su ministro Randazzo se la pasaron anunciando obras faraónicas como el soterramiento, inaugurado y paralizado, y una cantidad de “mejoras” que no pasaron de cambios cosméticos, “maquillaje”, pintura de trenes y estaciones, plasmas, etc. Pero nada se hizo para resolver el problema del material rodante ni de la señalización, claves ambas para la seguridad del servicio, ni hablar de mejorar la frecuencia y la cantidad de trenes para evitar seguir viajando como ganado como nos tienen acostumbrados los usuarios del Sarmiento.
Los subsidios, más de 3 millones de pesos diarios, siguen llenando los bolsillos de “la siniestra trilogía” de empresarios inescrupulosos, funcionarios corruptos y burócratas sindicales como los Pedraza y sus continuadores en la Unión Ferroviaria. El gobierno nacional pone millones de pesos en subsidios, pero estos se van en negociados y coimas. Por eso mantienen este esquema.
Los trabajadores, con su Cuerpo de Delegados a la cabeza, junto a los familiares de la masacre de Once, y organizaciones sociales y políticas, nos cansamos de advertir que las obras faraónicas que el gobierno decía llevar adelante no eran más que una maniobra “para la gilada” como se dice comúnmente, parte del doble discurso de la “revolución ferroviaria” de Cristina Kirchner. Incluso como denunció una delegada del Sarmiento, el “Chapa 1” fue inaugurado por Cristina, junto a Cirigliano (“un empresario emprendedor”) y Schiavi (secretario de Transporte que se fue aplaudido por el kirchnerismo después de la masacre de Once).
A diferencia del 22 de febrero, cuando Cristina Kirchner se fue al sur y no habló durante una semana, esta vez apareció y dijo “En este día de tristeza y alegría, difícil, como los tenemos siempre siento un poco de bronca, impotencia y dolor por todo el esfuerzo y el dinero que estamos poniendo”. Paolo Menghini, papá de Lucas, le contestó diciendo que “la presidenta no sabe lo que es el dolor que sentimos nosotros, es mi segundo día del padre que paso sin mi hijo de 20 años, estoy condenado a no sentir más la felicidad, como la conocí hasta el 22 de febrero estas no son cosas de la vida, son tragedias previsibles, de una responsabilidad del Estado… una década ganada, ahora 55 vidas perdidas”.
El Chapa 1 estuvo en los talleres durante seis meses, es un prototipo, el primer doble piso construido acá, pero según denuncian los trabajadores es un engendro que tiene booguies chinos, transmisión eléctrica francesa, y frenos de Brasil, que últimamente los cambiaron por unos alemanes. Nunca funcionó correctamente, y estuvo varias veces en taller, donde los trabajadores advertían que no funcionaban los frenos y por lo tanto no tenía que prestar servicio. Desde el mes de julio del 2012 se presentaron desde el cuerpo de delegados informes de varias formaciones con serios problemas, haciéndose hincapié en el “Chapa 1”, estos informes fueron a la empresa y a los secretarios de Transporte. El “Chapa 1” había sido refaccionado en Emfer, la empresa de los Cirigliano, responsables de la masacre de Once, que habrían cobrado $20 millones por “el arreglo”. En la última semana tuvo que salir de funcionamiento al taller por fallas en los frenos, pasando de largo varias veces.
Es decir que los funcionarios y concesionarios sabían perfectamente que este trágico accidente, podía ocurrir, por más que Randazzo diga que el tren era una maravilla y presente supuestas “pruebas” para reforzar la teoría que culpa a los motorman de las formaciones. No quiere reconocer que en 10 años el kirchnerismo ha sido continuador y profundizador del modelo corrupto, privatizador, con tercerizadas, y de muertes del ferrocarril implementado por Menem. Todo este cúmulo de atrocidades fue el caldo de cultivo para que “lo que nunca más iba a suceder” pasara en la mañana del jueves 13 de junio a las 7.07 hs. en la barrera de la calle Zapiola en Castelar.
Reestatización con
control obrero y popular
Por eso, para que no haya ni una muerte más en el tren, tenemos que exigir la reestatización de todo el sistema ferroviario, de carga y de transporte, que el Estado se haga cargo, pero con control de sus trabajadores y usuarios, para poder tener un servicio seguro, económico, eficiente y de calidad, y que no sea otra Aerolíneas manejada por La Cámpora. Y que se reactiven los talleres ferroviarios, para que el arreglo y control lo hagan los que saben y quieren al ferrocarril, y no que siga en manos de los Cirigliano o comprando vagones a China para remachar la nueva dependencia.
Hoy más que nunca el pueblo tiene que ganar las calles, plazas y estaciones junto a los familiares de Once, los trabajadores ferroviarios, las asociaciones de usuarios y las organizaciones sociales y políticas reclamando:
Justicia para Ezequiel Vargas, María Laura Del Zompo Y Cristian Darío Nuñez, víctimas de la tragedia de Castelar, y las 52 muertes de la Masacre de Once.
Solidaridad para los 315 heridos y sus familias.
Reestatización del ferrocarril con control de sus trabajadores y usuarios.