¿Por qué paramos? A los reclamos de salario, contra el impuesto a las ganancias, por el aumento de las asignaciones familiares, y otra vez el reclamo por Seros y la jubilación con 25 años de servicio de muy larga data no se les ha dado respuestas de fondo.
¿Por qué paramos? A los reclamos de salario, contra el impuesto a las ganancias, por el aumento de las asignaciones familiares, y otra vez el reclamo por Seros y la jubilación con 25 años de servicio de muy larga data no se les ha dado respuestas de fondo.
La lucha del inicio del ciclo (seguida por la traición de la Junta Ejecutiva) logró un “aumento” que no cubrió la inflación. El reclamo conjunto de distintos sectores para pagar juntas las dos últimas cuotas del acuerdo tampoco obtuvo respuesta, y ahora sólo nos queda cobrar, con el sueldo de octubre, un 6% que ya se desvaneció con los aumentos constantes (la nafta, la leche, los alquileres…).
Nunca hubo mejoras sin luchas. El gobierno sólo entregó algo para evitar o diluir nuestra lucha. Para tratar de dividirnos o aislarnos. Por eso es el único camino.
Frente a la crisis, el gobierno K permite que la inflación se devore nuestros salarios, sigue con el tope salarial y el impuesto a las “ganancias” y la nación concentra el 75% de lo que se recauda, para los subsidios a sus socios, el pago de deuda ilegítima y fraudulenta, perjudicando así a la mayoría en beneficio de una minoría.
¿Es posible dar respuesta
a nuestros reclamos?
Sí. Se tiene que tomar la decisión de cobrarle más a los que más se llevan, gravar el juego, la renta financiera, eliminar los subsidios y negociados, destinando el dinero al aumento del presupuesto de salud y educación. Aumentando los salarios y controlando de verdad la inflación generada por los monopolios exportadores y las grandes cadenas de supermercados.
Decir que lo posible es lo que se hace (gobierno y junta ejecutiva de Atech) es pedir que nos resignemos a que la situación empeore cada vez más, que más chicos pierdan la oportunidad de tener la escuela y los docentes que necesitan, que nos resignemos al pobreza, mientras otros se enriquecen escandalosamente.
Seguimos luchando por los reclamos de todos, por la unidad provincial en la lucha.