Para respaldar ese acuerdo la presidenta acaba de sancionar el decreto 929/13, que hace concesiones leoninas para nuestros intereses a este monopolio norteamericano. La política energética aplicada en estos 10 años ya no puede ocultar su absoluto fracaso. El balance muestra pérdidas para nuestro pueblo y nuestro país, y un enorme negocio para las operadoras de área, en su mayoría monopolios imperialistas que han saqueado nuestros recursos estratégicos.
Para respaldar ese acuerdo la presidenta acaba de sancionar el decreto 929/13, que hace concesiones leoninas para nuestros intereses a este monopolio norteamericano. La política energética aplicada en estos 10 años ya no puede ocultar su absoluto fracaso. El balance muestra pérdidas para nuestro pueblo y nuestro país, y un enorme negocio para las operadoras de área, en su mayoría monopolios imperialistas que han saqueado nuestros recursos estratégicos.
Este año se gastarán 13.000 millones de dólares en importación de energía, una verdadera sangría para nuestra economía que incide en los precios de los todos los productos que consumimos y abona la creciente inflación que padecemos.
La única certeza que tenemos hoy es que Chevron ya se benefició. Con su promesa de inversión ya logró que el gobierno impulsara el levantamiento del embargo de sus cuentas por 19.000 millones de dólares por el juicio que perdió en Ecuador por contaminación.
Por otro lado Chevron, como están haciendo otras compañías impulsadas por sus países de origen, toman posesión, ponen el pie sobre nuestros recursos no convencionales por su carácter estratégico de largo plazo. No por su rentabilidad inmediata. Tener la posesión territorial aunque no piensen invertir les permite mantener la dependencia de nuestro país por la importación de energía, aumentando el poder de extorsión para sus exigencias, precios, subsidios, remesas de divisas, libre disponibilidad del crudo. En definitiva lo que Cristina le dio con el decreto 929/13.
Este decreto hace concesiones a Chevron solo comparables con la desregulación y la entrega petrolera que hizo el menemismo en los 90. Es particularmente grave el inciso C del Decreto porque permite que se le pague a estas empresas el precio internacional si no lo exportan y lo venden en el mercado interno. Un viejo reclamo de las petroleras.
Este acuerdo de explotación de hidrocarburos no convencionales, además del riesgo ambiental que conlleva, por lo que está cuestionado en muchas partes del mundo, incluido EEUU, va a contramano de la búsqueda de soberanía energética pregonada por el gobierno.
En primer lugar porque es incierto el cumplimiento de las inversiones por parte de la compañía. Porque todavía es discutible la viabilidad económica, por los costos que tiene este tipo de explotación y los precios que pretenden estos monopolios. El compromiso de invertir 1.500 millones de dólares en cinco años significa perforar algo más de 100 pozos, una cifra muy pequeña para este tipo de explotación.
Por ejemplo, para revertir la curva descendente de producción, el gobierno de la provincia de Neuquén presentó su plan estratégico por para los no convencionales donde plantea la necesidad de realizar 2018 pozos con una inversión de 25.000 millones de dólares en cinco años.
Este camino ya lo recorrimos
El gobierno argumenta que para resolver el déficit energético hay que conseguir inversiones y no queda otro camino que transitar este tipo de acuerdos. Este camino ya lo recorrimos, así perdimos el autoabastecimiento de gas, cayó la producción de petróleo y siguen cayendo las reservas. Perdió el pueblo y nuestro país, y ganaron los grandes monopolios petroleros que todavía manejan el 70% de la actividad petrolera.
El problema central de los hidrocarburos no es económico, es principalmente político y tiene que ver con la soberanía energética, es decir, con el control efectivo de la industria petrolera. El rumbo del gobierno luego de la expropiación parcial de YPF, nos aleja de la solución al problema energético. Está usando el mismo remedio que produjo la enfermedad.
Hay otro camino basado en nuestra propia historia. El camino que emprendió el ingeniero general Enrique Mosconi. Se pueden tomar medidas como propone el Movimiento para la Recuperación de Nuestro Petróleo y demás recursos energéticos de Neuquén:
1. Recuperar la totalidad de los yacimientos y áreas, caducando las concesiones otorgadas por falta de cumplimiento de inversiones comprometidas, sin resarcimiento y con cobro de los pasivos ambientales no remediados.
2. Recuperar la totalidad de YPF y convertirla en empresa pública, con control público y de los trabajadores en sus aspectos ambientales, sociales, económicos y productivos.
3. Restablecer la inversión exploratoria de recursos convencionales.
4. Realizar convenios de cooperación energéticas regionales (Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador).
5. Aceleración de la sustitución de las fuentes energéticas sucias con tecnologías limpias, para cambiar la matriz de energía.
6. Prohibir la exportación de hidrocarburos, ajustando la producción a las necesidades nacionales.
7. Dictar una moratoria para la explotación de hidrocarburos no convencionales, mientras se desarrolla más investigación para garantizar una explotación más segura en todos los aspectos: ambientales, sociales y económicos.
Ha comenzado una gran resistencia a este acuerdo. Las comunidades mapuche acompañados de varias organizaciones y referentes políticos tomaron cuatro pozos no convencionales en Campo Maripe (Loma de la Lata). Las asambleas ambientales y otras organizaciones están convocando para el 28 de julio a una actividad de rechazo en distintos puntos de nuestro país. Van creciendo las manifestaciones de repudio a este acuerdo entreguista.
Tenemos que abonar el camino para una salida popular, hasta que consigamos tener un gobierno patriótico , democrático y antiimperialista que ponga los intereses del pueblo y de la Patria por encima de cualquier interés, recuperando nuestros recursos para ponerlos al servicio del pueblo.
El decreto 929/13 o decreto “Chevron” sintéticamente establece: a) Comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la extracción de hidrocarburos líquidos o gaseosos luego del quinto año del plan de inversión (antes del decreto era el 0%). b) Tendrán el 100% de libre disponibilidad de las divisas por exportación del 20% mencionado en el inciso a, posibilitando la inversión de dichas divisas en el extranjero. c) De seguir el país sin auto-abastecimiento, o sea en los períodos en que haya que importar hidrocarburos líquidos o gaseosos como en la actualidad, el estado le comprará a precio internacional el 20% de la producción del inciso a, nuevamente con libre disponibilidad de divisas. No se computarán retenciones. d) Por la comercialización interna (venta a refinerías locales) tendrán derecho prioritario a adquirir divisas de libre disponibilidad en el mercado único y libre de Cambios hasta en un 100%. e) También podrán tener beneficios provinciales y de la Ciudad de Bs. As. por participar en este nuevo régimen. f) La ley establece las concesiones clásicas de 25 años de duración con una prórroga posible y fundada de 10 años. Ahora, contra la ley, el decreto ofrece para el caso explotación no convencional prorrogar el período ante el pedido de las petroleras. Para eso, el decreto establece que a los 25 años se “adiciona en forma anticipada simultánea con la nueva concesión la extensión del plazo de 10 años”.
La única obligación para las petroleras es la aprobación de un Plan de Inversión de un monto mínimo de 1.000 millones de dólares a desarrollarse en 5 años.
