Los K: cola de león
La política del gobierno K en la llamada “recuperación de la soberanía” han sido los rescates.
Franco Macri fundió el Correo, los franceses fundieron Aguas Argentinas, Marsans vació a Aerolíneas Argentinas; y Repsol, Eskenazy y los Kirchner vaciaron a YPF.
Los K: cola de león
La política del gobierno K en la llamada “recuperación de la soberanía” han sido los rescates.
Franco Macri fundió el Correo, los franceses fundieron Aguas Argentinas, Marsans vació a Aerolíneas Argentinas; y Repsol, Eskenazy y los Kirchner vaciaron a YPF.
Al “rescatar” estas empresas fundidas o vaciadas, el gobierno K hizo que el Estado las retomara haciéndose cargo de las deudas y de las consecuencias de la desinversión que las habían dejado como cáscaras vacías.
El caso de Aerolíneas Argentinas es ejemplificador. Cuando el Estado se hizo cargo, todos los aviones en uso eran alquilados. Las rutas aéreas no son de las empresas, son del Estado argentino que las otorga en concesión, por lo que hubiera bastado que el gobierno anulara las concesiones. Marsans, además, eliminó las rutas históricas de AA en Europa y el mundo, convirtiéndola en una abastecedora de pasajeros de Iberia. Bastaba que el gobierno anulara el contrato por su total incumplimiento para que AA volviera a manos argentinas, y exigiera a Marsans una cuantiosa cifra de dólares por las consecuencias de ese incumplimiento. El resultado del “rescate” es que la Argentina recibió una cáscara vacía, paga sus deudas, invirtió miles de millones de dólares para hacerla funcionar (con una brutal corrupción en las compras), funciona mal, y la propiedad sigue siendo de Marsans.
YPF S.A.
Otro tanto sucedió con YPF. La expropiación del 51% de las acciones en manos de Repsol fue la expresión del “rescate”. Los vaciadores de Repsol, Eskenazy y los Kirchner no han sido enjuiciados por el vaciamiento de las reservas (que son las que dan el valor de la empresa). La conversión de YPF en una Sociedad Anónima hace responsable a la dirección actual por las cuantiosas deudas acumuladas. Y la propiedad está en disputa con Repsol.
Por otra parte, como corresponde al carácter del grupo Kirchner como burguesía intermediaria del imperialismo, lejos de usar la mayoría de las acciones como un paso hacia la estatización de la energía, la utiliza como una herramienta para subordinar la explotación del principal yacimiento argentino, Vaca Muerta, a los monopolios imperialistas como la yanqui Chevron, la china Cnooc (se avanza hacia el acuerdo), y se sigue negociando con otros rusos, franceses, etc.
Como se sabe, el león usa su cola para limpiarse después de hacer “sus necesidades”. El ratón es un animal más modesto, pero vaya si tiene cabeza: en el reino animal se extendió por todo el mundo. Los Kirchner, por su naturaleza de clase, eligen ser cola de león.
