El 24 de marzo se ha transformado en la jornada más importante de lucha en defensa de las libertades democráticas. Una jornada en la que nos movilizamos contra la impunidad de los crímenes de la dictadura videlista, y también por las libertades públicas contra las actuales formas de represión política.
La dictadura vino a imponer un proyecto económico social y, pese a haberse tenido que ir por la lucha del pueblo, este proyecto quedó en la esencia del Estado, aún con las diferencias obvias en los distintos gobiernos constitucionales. Porque es un Estado oligárquico-imperialista, no concebimos la pelea por la vigencia de las libertades democráticas al margen del conjunto de las luchas de nuestra clase obrera y nuestro pueblo.
Cada día se ve más claro que resolver la impunidad en la Argentina va de la mano con la pelea por transformaciones revolucionarias, de fondo. Es una ilusión creer que se va a terminar con la impunidad en el marco jurídico y político actual. Se requieren medidas legislativas y políticas que modifiquen la situación actual, medidas que afectan a las clases dominantes.
El gobierno, de Néstor antes, y de Cristina ahora, en este terreno tomó medidas “de fachada”, acordes con el sector social al que responden, usando el tema de los derechos humanos para crear una base social; por esto no se opuso a la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida. Pero como no tomaron ninguna medida política, el resultado, a cuatro años de la anulación de las leyes, es de tres genocidas juzgados, un genocida asesinado por la propia fuerza antes de declarar, y un compañero que testimonió, desaparecido.
Los juicios abiertos en la actualidad, por su modalidad, pueden durar decenas de años. Los juicios, para ser efectivos, deben ser agrupados por campo clandestino de represión, y por grado de responsabilidad en la represión dictatorial.
¿Porqué Cristina no abre los archivos?
El asesinato de Febres pone en evidencia un pacto de silencio que se quiere mantener a toda costa. Por eso Febres es asesinado antes del momento en que podía declarar sobre el tema de los niños apropiados. Con este asesinato se manda un mensaje para que todos los que van a ser juzgados mantengan silencio. Además mostró las condiciones privilegiadas en que cumplen prisión estos criminales, lo que se volvió a evidenciar al conocerse que el asesino de Kosteki y Santillán, Fanchiotti, gozaba de salidas de la cárcel.
Un ejemplo de las medidas políticas que este gobierno se niega a tomar, es el de la apertura de los archivos de la represión, que se conoce que existen, como lo han reconocido muchos de sus responsables. Esta apertura es indispensable en la lucha por la recuperación de la identidad de los jóvenes apropiados. Al negar el gobierno esta medida, se deja en manos de los familiares, o de las propias víctimas, la búsqueda caso por caso, de los hijos de los detenidos desaparecidos apropiados entre el ’76 y el ’83.
El secuestro del compañero López es una muestra de la impunidad con la que operan las bandas fascistas. Han pasado 18 meses y no hay novedades, y esto no es una responsabilidad sólo de orden jurídico, sino de la falta de medidas políticas.
El gobierno de Kirchner impulsa una política que favorece este accionar impune, como se vio en el asesinato del docente neuquino Fuentealba. Están claras las responsabilidades políticas de Sobisch en este asesinato, pero el gobierno nacional no se puede hacer el distraído, ya que las fuerzas de Gendarmería que operaron en el conflicto docente, como en tantos otros, responden a Aníbal Fernández, y el gobierno nacional en los hechos encubrió a Sobisch.
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, nació en 1996, y se mantuvo, con este nombre, luego que se retiraran los organismos de derechos humanos que acuerdan con el gobierno K. Se ha logrado una importante unidad en la lucha de los organismos de derechos humanos que enfrentamos la política del gobierno. Esto tiene un peso determinante, ya que es un núcleo convocante que expresa al conjunto de sectores que integran este espacio.
El EMVJ pelea por tener la mayor amplitud posible, lo que se expresa en las centenares de organizaciones convocantes de cada 24 de marzo. Este núcleo de organismos de derechos humanos discute y acuerda por consenso las consignas, y desde ahí se convocan a reuniones plenarias.
Estas reuniones plenarias también funcionan por consenso, no por votación. Esto obliga a buscar los niveles de unidad posible, y ha demostrado ser más efectivo que el sistema de votación que propusieron algunas fuerzas el año pasado.
Este 24 de marzo
El gobierno, balanceando su fracaso con las provocaciones que montara el 24 de marzo del año pasado, ha cambiado su táctica, y pasó a silenciarlo. Parte de esta maniobra es la decisión de decretarlo como un feriado y no una jornada en la que en todas las plazas del país se repudie al golpe del 76. El gobierno K ha vaciado de contenido el 24 de marzo. Por eso una vez más está en manos de los sectores populares llenar masivamente las plazas de todo el país, luchando contra la impunidad de ayer y de hoy.
