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14 de August de 2013

Reproducimos un artículo de Ana Gabriela Fontana publicado en A Verdade, el órgano del PCR de Brasil.

La salud pública en Brasil

El gobierno financia la medicina privada

Una de las principales demandas de las grandes manifestaciones que tuvieron lugar en junio fue el acceso a una salud pública de calidad, un derecho básico, que el pueblo de Brasil sufre cotidianamente por su escasez.

Una de las principales demandas de las grandes manifestaciones que tuvieron lugar en junio fue el acceso a una salud pública de calidad, un derecho básico, que el pueblo de Brasil sufre cotidianamente por su escasez.
Como respuesta, a principios de julio, el gobierno federal anunció el programa “Más médicos para Brasil”, con el objetivo de resolver el problema de la escasez de médicos en la salud pública, especialmente en las regiones más pobres y lejanas del país. El proyecto cambia los últimos dos años de la escuela de medicina en los que los estudiantes tenían que hacer una pasantía en atención básica a la salud, y en urgencia y emergencia en el Sistema Único de Saúde (SUS). Esta etapa se sustituirá por la ya conocida residencia médica, donde los estudiantes tienen su práctica.
El trabajo para el SUS debe ser encarado por los estudiantes como un retorno social de la inversión pública en su educación. Unos 4 millones de estudiantes quedan fuera de las universidades cada año. Hoy, la cantidad absurda de 85% de los jóvenes está fuera de las universidades. 
Según el sitio web del proyecto “Más médicos para Brasil” el gobierno federal también planea crear unas 12.000 vacantes en la enseñanza en medicina hasta 2017. De estas vacantes, 3,6 mil serán en instituciones públicas y otras 7,8 mil en colegios privados. La expectativa, con esta medida, es distribuir mejor las oportunidades de educación superior y, en consecuencia, el rendimiento de los profesionales de Brasil, fortaleciendo el compromiso del gobierno con la financiación de las universidades privadas, y no con la educación pública. 
Sabemos que mientras el acceso a la carrera de medicina sea restringido y visto como un don para iluminados, mientras que las inversiones en educación y salud no alcancen números mayores, la visión elitizada y mercantilizada de la profesión médica hará que falten médicos en emergencias, y se formen cada día más especialistas en cuestiones estéticas.
En su mayor parte, son los jóvenes que no consiguen entrar en las universidades los que precisan tener más acceso a los servicios públicos como la salud; lo que pasa es que los impuestos que esta juventud paga, directa o indirectamente, financia una educación excluyente y elitista para nuestros futuros médicos.
Los compromisos económicos del gobierno son muy claros. No se pauta en ningún momento las responsabilidades de planes de salud que mueven ríos de dinero, muchas veces derivando pacientes al SUS, y no dando ningún retorno social por eso. Las inversiones en salud y educación son también evidencia de esto. En 2012, el 44% del presupuesto se gastó en el pago de la deuda pública a grandes banqueros y grandes empresarios, mientras que las inversiones en educación y salud fueron 4,17% y 3,34%.
 
Los médicos extranjeros
Otro punto polémico del proyecto es la llegada de médicos extranjeros en el Brasil, es un hecho que sin resolver los problemas de inversión y educación este problema no se resolverá. ¿Sin embargo, cómo no defender, en un país donde el déficit médico llega a 54 mil puestos de trabajo, una solución de emergencia? La llegada de médicos extranjeros con certeza será saludada por las personas que no tienen acceso a servicios de salud, y debe ser tratada como una medida de emergencia para un problema que tiene mucha prisa para ser resuelto, porque la falta de médicos en el país matado gente en las colas de los hospitales todos los días.
El compromiso con los derechos del pueblo debe continuar diariamente, con el ejemplo dado en junio por la población brasileña que se organizó en las calles, porque sólo invirtiendo la lógica de las prioridades del gobierno podremos tener acceso salud y educación de calidad. Mientras que la financiación de los banqueros y las grandes empresas sean prioridad y las políticas sociales rehenes de esto, nuestro pueblo continuará sin acceso pleno a sus derechos.