La jornada se hizo en el marco de la semana programada por el Encuentro por los Derechos Humanos de Ayer y de Hoy que también contó con actividades de repudio a la represión en Jujuy y Neuquén y la jornada nacional de CTA por el boleto nacional educativo.
La jornada se hizo en el marco de la semana programada por el Encuentro por los Derechos Humanos de Ayer y de Hoy que también contó con actividades de repudio a la represión en Jujuy y Neuquén y la jornada nacional de CTA por el boleto nacional educativo.
La marcha tuvo la particularidad de reeditar las concentraciones radiales con cortes de calles y actividades de agitación antes de la confluencia de todas las columnas en el centro cívico de Paraná. Bajo un cielo que amenazaba lluvia fueron nutriéndose las columnas que luego marcharon hasta unificarse frente a la escuela Normal para continuar avanzando hasta la explanada de Casa de Gobierno. La modalidad, que aquí fue frecuente en las luchas contra el ajuste menemista y el posterior de la Alianza, mostró su potencialidad movilizadora.
El gobierno de Urribarri, que hasta el momento venía ninguneando y silenciando las luchas de los trabajadores, primero pretendió instalar de boca del propio gobernador un clima adverso contra “los cortes”. La campaña no tuvo más réplica que en los medios de prensa oficialistas y en su red de servicios que intentan aparecer en los sitios digitales como opinadores espontáneos. El pueblo paranaense, en cambio, acompañó la movilización con aplausos, bocinazos y frases de aliento en los lugares de trabajo. Gran parte de la marcha se desarrolló bajo una fría lluvia, que no impidió la masividad de la medida.
Un aspecto a destacar fue la participación de más de un centenar de trabajadores de Salud nucleados en ATE, provenientes del Hospital San Martín y varios centros de salud paranaenses y de la localidad de San Benito. Con asambleas que fueron valoradas como “exitosas”, salieron a la calle frente a la complicidad de su sindicato. Se concentraron junto a los trabajadores de la educación en las “5 esquinas” y desde allí marcharon juntos, siendo saludada con aplausos la llegada de esta columna al punto de confluencia.
“Queremos que el gobierno vea que estamos en la calle exigiendo recomposición salarial, que se avance con condiciones dignas de trabajo y que se efectivice el pase a planta de trabajadores que están contratados”, dijo el delegado del Hospital San Martín, Esteban Olarán. El dirigente destacó que junto a sus compañeros, luchan “en defensa de la salud pública, ya que se observa cómo día a día, la población sigue sufriendo las consecuencias de un sistema que no resuelve sus necesidades”.
En las escuelas
La preparación de la jornada se inició varios días antes; mediante la fluida comunicación de la seccional Paraná de Agmer y el trabajo de los delegados en las escuelas. La frase “que no nos cierren el año en septiembre”, que alude a la intención del urrikirchnerismo y de la conducción celeste de Agmer de no volver a discutir salario antes de marzo de 2014, unificó la demanda que también incluía la urgente atención a la infraestructura edilicia de las escuelas, una solución al problema del transporte de los alumnos de Islas y de escuelas rurales, las partidas de limpieza para las escuelas (que se pagan con un año de atraso y están congeladas hace tres). Aunque pocos días antes la titular de Ctera, Stella Maldonado, estuvo en Paraná predicando que “no nos da la correlación de fuerzas para cambios más profundos”; los trabajadores de la educación se movieron para hacer posibles los cambios necesarios.
A las 9 se suspendieron actividades en las escuelas y los trabajadores de la educación comenzaron a marchar hacia los puntos de concentración. Una vez más, las calles de los barrios fueron testigos del avance de los guardapolvos y del encuentro en las esquinas con las escuelas vecinas para caminar juntos; en muchos casos, acompañados de padres y alumnos. El entusiasmo, la bronca y el espíritu de unidad se reflejaron en los cánticos. “Me contaron que fueron unos poquitos”, salió a decir después Urribarri, descolocado y golpeado por cientos de voces que gritaban “tanta década ganada y no llegamos a fin de mes”.