Las Naciones y Pueblos Originarios llevamos más de 521 años de opresión, discriminación y muerte por defender nuestros territorios que hasta el día de hoy siguen siendo usurpados por grandes monopolios extranjeros, terratenientes y el Estado a su servicio que tiene como política esencial, la depredación minera, petrolera, del agua pura, por los negocios turísticos e inmobiliarios, con el monocultivo sojero.
Las Naciones y Pueblos Originarios llevamos más de 521 años de opresión, discriminación y muerte por defender nuestros territorios que hasta el día de hoy siguen siendo usurpados por grandes monopolios extranjeros, terratenientes y el Estado a su servicio que tiene como política esencial, la depredación minera, petrolera, del agua pura, por los negocios turísticos e inmobiliarios, con el monocultivo sojero.
Este 11 de octubre donde conmemoramos el último día de libertad de las Naciones y Pueblos originarios, revisamos la historia de nuestras luchas, con sus triunfos y derrotas, como la de Lautaro y Pellantaru, Juan Calchaqui, la de Tupak Amaru, Tupak Catari, la guerra contra el imperio español y las de los 50 años posteriores hasta la derrota que nos produjeron los genocidas Roca y Victorica en la mal llamada campaña al desierto; las luchas junto a la clase obrera y el pueblo argentino en el siglo 20, como la que enfrentó el peor genocidio de la dictadura de Videla; la unidad en la guerra contra el imperio inglés por la recuperación de nuestro territorio de Malvinas, miles y miles de muertos hemos dejados en los campo de batallas; miles tenemos muertos por represión, pobreza, desnutrición, hambre, salud. Sin embargo nuestras naciones y pueblos están llenas de glorias de esta larga historia de construcción de este país, donde hemos sido protagonistas fundamentales y que se nos ha pretendido ignorar y denostar; pero la realidad es que al sol no se lo puede tapar con un poncho, porque nuestras luchas están reescribiendo la falsa historia que nos contaron y le contaron al pueblo Argentino desde niños; hoy aparece la magnitud de la sabiduría de nuestros jefes ancestrales y la profundidad democrática de nuestros sistemas de gobiernos, el inmenso valor de nuestros ancianos y niños, la profundidad irrefutable de nuestra cosmovisión y espiritualidad basada en la observación del todo. Va quedando claro que tenemos la legalidad de nuestras posiciones ancestrales usurpadas escritas en los tratados desde Qilin en adelante.
Por todo esto y privilegiando la unidad que venimos llevando adelante con la multisectorial, las naciones y pueblos originarios proponemos masivas movilizaciones en todo el país para el día 10 de octubre, donde levantaremos todas nuestras banderas y las de todos los sectores y particularmente de defensa de los bienes comunes que están siendo entregados vilmente por el gobierno de Cristina Kirchner, que pretende seguir con este genocidio silencioso y que nos afecta principalmente a las naciones y pueblos originarios.