La basura que se produce está compuesta por un 50% de basura orgánica y otro 50% de basura inorgánica: papel, vidrio, plástico, chatarra.
Proponemos que en vez de enterrarla o quemarla, una solución es aprovechar el proceso natural de biodegradación, transformando la materia orgánica en abono y biogás.
La basura que se produce está compuesta por un 50% de basura orgánica y otro 50% de basura inorgánica: papel, vidrio, plástico, chatarra.
Proponemos que en vez de enterrarla o quemarla, una solución es aprovechar el proceso natural de biodegradación, transformando la materia orgánica en abono y biogás.
Para llevarlo a cabo se tiene que construir una planta de biodigestión, donde se vuelcan los residuos orgánicos en un contenedor (biodigestor) y al cabo de 30 días aproximadamente, se obtiene biomasa (abono rico en nitrato) y biogás (principalmente metano) que puede ser envasado, utilizado para calefaccionar o para producir energía eléctrica limpia.
Esta tecnología se está utilizando ya en algunas localidades de Argentina (como en Cerrito, provincia de Entre Ríos), siguiendo los ejemplos de tratamiento que se vienen realizando hace tiempo en distintos países europeos.
La inversión para una planta de este tipo, para el procesamiento de 450 toneladas de basura orgánica, ronda los $37 millones, es una inversión de larga duración que evita que diariamente se entierre ese volumen de basura. El procesamiento de 450 toneladas de basura orgánica, produciría diariamente un promedio de 225 Kg. de gas al día, es decir 6.750 Kg. de gas al mes (450 garrafas al mes, 5.400 garrafas al año).
Este proceso de tratamiento de la basura generaría nuevos puestos de trabajo, como así también un ingreso de alrededor de $11 millones, por la venta de las garrafas a precios sociales y del abono a los quinteros de la zona, además de lo que se obtendría por la venta de los materiales reciclados.
