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16 de October de 2013

Obama negocia contra reloj

 Límites al gasto y al endeudamiento de Estados Unidos

La preocupación de los inversores mundiales por el bloqueo de las negociaciones para elevar el techo de gasto en Estados Unidos ha venido creciendo. China y Japón, los dos países con más bonos estadounidenses en sus carteras, han urgido al gobierno de Obama para cerrar un acuerdo y los grandes inversores institucionales comenzaron a buscar refugio en los metales preciosos, mientras el dólar, la bolsa y los bonos estadounidenses ofrecen signos inequívocos de debilidad.

La preocupación de los inversores mundiales por el bloqueo de las negociaciones para elevar el techo de gasto en Estados Unidos ha venido creciendo. China y Japón, los dos países con más bonos estadounidenses en sus carteras, han urgido al gobierno de Obama para cerrar un acuerdo y los grandes inversores institucionales comenzaron a buscar refugio en los metales preciosos, mientras el dólar, la bolsa y los bonos estadounidenses ofrecen signos inequívocos de debilidad.
Si no hay acuerdo para elevar el techo del endeudamiento del gobierno estadounidense, el ‘default’ de la primera economía del mundo sería una realidad el próximo 17 de octubre.
En este escenario, los más perjudicados serían los países que tienen en sus manos más deuda pública estadounidense. Y es que, si Estados Unidos se queda sin dinero, no podrá devolver a sus grandes prestamistas internacionales los pagos que les debe.
Según los datos oficiales (que datan del mes de julio),  China y Japón serían las naciones más comprometidas, ya que acumulan en casi la mitad de los bonos estadounidenses en manos extranjeras.
China, por ejemplo, tiene en su poder un 22,9% (más de un millón de millones de dólares) de los activos del Tesoro, una cifra que le sitúa como el mayor acreedor extranjero de Estados Unidos. El segundo en la lista es Japón, con un 20,31% del total (unos 900 mil millones de dólares).
“Si Estados Unidos entra en suspensión de pagos, aunque sea unos días, el agujero que le puede hacer a la cartera de los bancos centrales de China y Japón sería enorme. No podrían cobrar el dinero que se les debe y estamos hablando de muchos millones de dólares”, explicó la vocera de Cortal Consors, el broker online de BNP Paribas.
No hay ningún otro estado que tenga tanta deuda estadounidense como los dos gigantes asiáticos, aunque también se verían afectados, por ejemplo, la región del Caribe (donde campean a sus anchas los fondos especulativos), que controla un 5,14%.
Los países que forman la OPEC, la organización de exportadores de petróleo, también sufrirían las consecuencias de un impago, ya que tienen en sus manos un 4,6% de la deuda estadounidense.
El Reino Unido, por su parte, controla un 2,8%, a mitad de camino entre Bélgica y Luxemburgo: de todos los bonos estadounidense que tienen los países de la eurozona (el 5,9% del total), Bélgica tiene una participación del 3%, mientras que Luxemburgo registra otro 2,6%. El resto está repartido entre Alemania, Italia, Francia y Holanda.
 
Como afectaría al resto del mundo
El resto del mundo, en particular los países dependientes, también sufrirían en propia persona el pánico de los inversores ante un impago de la mayor potencia del planeta, acelerando nuevamente el reflujo de fondos iniciado en junio pasado, ante la posibilidad de que la FED disminuyera su programa de “flexibilización monetaria”.
De producirse una quiebra técnica en Estados Unidos, “el dinero huiría de los activos de riesgo hacia los productos más seguros del mercado, como los bonos alemanes, el franco suizo o el oro. Lo que significa que habría un trasvase de capitales de unos lugares a otros”, puntualizó la fuente arriba mencionada.
Con todo, no se puede olvidar que, si se desata un escenario como el descrito, todos los países (imperialistas y dependientes, europeos y de otras zonas) sufrirían los miedos de los inversores en sus bolsas y bonos. Por no decir que la economía mundial capitalista volvería a caer en una profunda recesión.