El fallo de la Corte Suprema ratificando la constitucionalidad de la Ley de Medios provocó un cimbronazo en la política nacional, dando un paso hacia el saludable recorte del monopolio Clarín. No es el final de esa batalla: la Corte Suprema dejó en claro, en su fallo, que se coloca como árbitro en esa pulseada entre el gobierno y Clarín.
El fallo de la Corte Suprema ratificando la constitucionalidad de la Ley de Medios provocó un cimbronazo en la política nacional, dando un paso hacia el saludable recorte del monopolio Clarín. No es el final de esa batalla: la Corte Suprema dejó en claro, en su fallo, que se coloca como árbitro en esa pulseada entre el gobierno y Clarín.
El gobierno K usa esa disputa para consolidar su supremacía en los medios, conformando un gigantesco multi- medios, sumando los del Estado que están en sus manos, a los que fueron comprados por sus testaferros y socios como Rudi Ulloa, Cristóbal López, Ferreyra, Spolsky, etc. Además de usar los dineros de la pauta publicitaria, y castigar con la propaganda oficial a los televidentes de Fútbol para todos.
Además, hasta ahora, el gobierno negocia y acuerda con otros monopolios como el grupo Vila-Manzano, y no dice ni hace nada con los que están en total violación de la ley como Telefónica y Cristóbal López.
Por otra parte, si bien muchas emisoras populares lograron, con su lucha, conquistar su legalidad, y se pudieron conquistar unas pocas más, el grueso del espectro radiofónico ha ido a parar a las organizaciones oficialistas K. Ni qué hablar de la TV. Pero esas luchas son un ejemplo a seguir arrancando conquistas, e impulsando una nueva ley, verdaderamente popular y democrática.
