Cuando Mitre publica su Historia de Belgrano, provoca una valoración de Juan Bautista Alberdi en su exilio de Paris. “Fabricaron la historia de un bobo”, le escribe a un amigo, y contesta con una de sus páginas más lucidas: Grandes y pequeños hombres del Plata (Editorial F. Blanco, 1962; hay otras ediciones). Se trata de un libro de respuesta polémica, que contiene interpretaciones de la historia argentina, sumamente interesantes, y una lectura inteligente de la Revolución de Mayo.
Cuando Mitre publica su Historia de Belgrano, provoca una valoración de Juan Bautista Alberdi en su exilio de Paris. “Fabricaron la historia de un bobo”, le escribe a un amigo, y contesta con una de sus páginas más lucidas: Grandes y pequeños hombres del Plata (Editorial F. Blanco, 1962; hay otras ediciones). Se trata de un libro de respuesta polémica, que contiene interpretaciones de la historia argentina, sumamente interesantes, y una lectura inteligente de la Revolución de Mayo.
¿Que es el caudillo en Sud América? ¿A quién manda y quienes lo crean?, se interroga.
Dice textualmente: “El caudillo es el jefe de las masas, elegido directamente por ellas, sin injerencia del poder oficial, en virtud de la soberanía de que la revolución ha investido al pueblo todo, culto e inculto, es el órgano y brazo inmediato del pueblo, en una palabra el favorito de la democracia… Como órgano del pueblo y de la multitud popular, el caudillo es el tipo opuesto al militar que es por esencia órgano de gobierno… El caudillo supone la democracia, es decir, que no hay caudillo popular sino donde el pueblo es soberano… El caudillaje que apareció en América con la democracia, no puede ser denigrado… Baste decir que son los españoles realistas, los primeros que dieron ese título a los Bolívar, Carrera, Güemes, Aráoz, etc… Llamar democracia bárbara a la del pueblo de las campañas de América, es calificar de bárbaro al pueblo americano… Así el caudillaje aparece en América en la democracia, se desenvuelve y marcha con ella. Artigas, Güemes, Quiroga, Rozas, Peñaloza, como jefes, como cabezas y autoridades, son obra del pueblo, sin más titulo que ese, sin finanzas, sin recursos, ellos han arrastrado o guiado al pueblo, con más poder que los gobiernos. Aparecieron con la revolución americana. Fueron sus soldados… En esa época nació el caudillaje. Su origen y causa es la revolución democrática…
“Fueron los jefes elegidos por la voluntad del pueblo, sustitutos de los jefes elegidos por los reyes.
“Artigas fue oficial de Belgrano, en 1811 sublevó la Banda Oriental, Güemes en Salta, Quiroga fue soldado de San Martín, Ibarra, Bustos y López lo fueron de Belgrano… Sus violencias y su arbitrariedad innegables fueron el pretexto. Vástagos e instrumentos de una revolución fundamental no podían ser dechados de disciplina, no lo son en ninguna parte los jefes de una democracia que no se ha constituido definitivamente”.
Hasta acá, la cita, textual, iremos dando otros aspectos de este libro que resulta muy útil, para entender que existió otra lectura de la Revolución de Mayo, y de sus años posteriores.
La historia de las ideas políticas en Argentina, no puede prescindir de este aporte de Alberdi, que tenía dificultades para entender el federalismo en serio, y mucho más para entender el papel de las masas campesinas y originarias en la revolución y su guerra posterior, pero que resistió la versión simplista que habían construido de la historia argentina y su reducción a una formula contradictoria: civilización o barbarie. El tema era mucho más complejo, por cierto.