El Encuentro Nacional de Mujeres es un evento único en el mundo y ha tomado un lugar relevante e importante en la historia del movimiento de mujeres de nuestro país, convirtiéndose en la columna vertebral del mismo.
El Encuentro Nacional de Mujeres es un evento único en el mundo y ha tomado un lugar relevante e importante en la historia del movimiento de mujeres de nuestro país, convirtiéndose en la columna vertebral del mismo.
Han participado de este exitoso encuentro más de 20.000 mujeres, con una comisión organizadora amplia y numerosa que garantizó y posibilitó la realización del mismo. Una Comisión Organizadora que trabajó duro durante todo un año para poder garantizar el carácter federal, democrático, horizontal, pluralista, autosostenido y autoconvocado. Lograron recibir sin mayores inconvenientes a mujeres de cada rincón de nuestro país, garantizando escuelas para alojamiento, para el funcionamiento de los talleres y las herramientas necesarias para que el Encuentro sea un éxito.
Algunas agrupaciones y fuerzas políticas, a partir del cambio de fecha, trataron de desprestigiar a las mujeres de la Comisión Organizadora desconociendo así su carácter autónomo y el carácter del Encuentro. Durante estos tres días quedó al descubierto que muchas de ellas no respetan la decisión de las miles y miles que dejamos nuestras familias, trabajos y casas porque en el encuentro pasamos de ser una a ser todas, porque en los talleres podemos contar lo que nos pasa, compartir experiencias de lucha y renovar nuestras fuerzas para poder enfrentar la doble opresión que sufrimos.
Durante los dos días de funcionamiento de los talleres (con 58 temáticas en más de 200 talleres), las mujeres han defendido el carácter de consenso de los mismos, sobre la base de lo que nos permite avanzar poder contar nuestras experiencias de vida y enriquecernos a partir del intercambio, cómo cada mujer que se hace presente en el encuentro da pelea para enfrentar lo que nos sucede en nuestros trabajos, en las escuelas, en la universidad, en nuestras casas, en campo, en la fábrica y en cada lugar que nos pertenece.
En los talleres se han contado experiencias de cómo las mujeres enfrentan la crisis que golpea al conjunto del pueblo. En la contundencia de sus relatos quedó reflejado lo que se vive diariamente haciendo que quienes pretendían defender la política de este gobierno quedasen sin argumentos.
La marcha conmovió a toda la ciudad de San Juan. Fueron 23 cuadras de mujeres gritando “a pesar de todo les hicimos el encuentro”, reclamando la declaración de la emergencia en violencia sexual y doméstica, denunciando a las redes de trata que esclavizan a las mujeres de nuestro país, reclamando jardines maternales y para terminar con las muertes por abortos clandestinos, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir.
La marcha que hizo vibrar las calles fue un éxito, se cumplió la totalidad del recorrido planteado por las anfitrionas culminando en la legislatura con miles de mujeres emocionadas y convencidas de la importancia que significa dar pelea en la defensa de nuestro espacio. El mismo sector que a lo largo del Encuentro quiso cambiarle su carácter fue el que decidió romper, casi al final del recorrido, para ir a escrachar la Catedral diluyendo así la responsabilidad que tiene la política del gobierno de Cristina en agravar los sufrimientos de las mujeres.
El último día, en un conmovedor y numeroso acto de cierre, se eligió la próxima sede: hubo dos propuestas, Capital Federal y Salta saliendo elegida por una emocionante ovación está última.
“En los talleres no se vota, el encuentro no se toca”
Las mujeres desde temprano se agolparon en la puerta de estadio para poder defender en la elección de sede el carácter federal y democrático del encuentro “En los talleres no se vota, el encuentro no se toca”.
Las salteñas plantearon la necesidad de llevar el encuentro a su provincia y de que las mujeres invisibles se vuelvan visibles en su tierra. Fue conmovedor escucharlas decir que no solo nos esperan con el corazón sino que también nos necesitan para poder continuar avanzando en la lucha por sus derechos.
El 28 ENM ha sido un éxito, gracias a las miles y miles de mujeres que lo defendieron y que han podido garantizar la continuidad de este espacio, en el cual todas somos iguales, donde la palabra circula democráticamente, donde no hay restricciones de ningún tipo para que cada una diga lo que quiere y lo que cree. Este espacio donde no existen títulos, ni jerarquías, donde las que participamos somos valoradas por lo que somos, por ser mujer.
Las mujeres salimos fortalecidas para pelear por nuestros derechos y para sumarnos a la lucha por mejores condiciones de vida para los nuestros y el conjunto del pueblo.