Vecinos de Urundel, municipio ubicado al norte de Salta, continúan tomando la Municipalidad con reclamos que unifican al conjunto de la ciudadanía. La protesta comenzó con el pedido de aumento salarial, recategorización y pase a planta permanente por parte de los trabajadores municipales de ATE al intendente “Pila” Pedroza, quien permanece ausente pese a los reclamos y a la angustiante situación por la que atraviesan las comunidades originarias del lugar y el conjunto de la población.
Vecinos de Urundel, municipio ubicado al norte de Salta, continúan tomando la Municipalidad con reclamos que unifican al conjunto de la ciudadanía. La protesta comenzó con el pedido de aumento salarial, recategorización y pase a planta permanente por parte de los trabajadores municipales de ATE al intendente “Pila” Pedroza, quien permanece ausente pese a los reclamos y a la angustiante situación por la que atraviesan las comunidades originarias del lugar y el conjunto de la población.
En este marco, Germán “Gondi” Caraita, concejal electo por el Partido del Trabajo y del Pueblo se solidarizó con los empleados brindando su apoyo. “La situación en nuestro pueblo es muy crítica, es imposible que podamos seguir viviendo sin trabajo, con hambre, sin salud y sin agua” dijo el joven concejal originario.
Entre los reclamos más sentidos se destacan la hambruna y la falta de trabajo, producto de la sequía que afectó a la zona el año pasado y que arrasó con la totalidad de la producción; la economía de Urundel es de base agraria en su totalidad y la falta de medidas por parte de municipio y del gobierno provincial hoy repercuten en la mayoría de las familias que se ven obligadas a partir en busca de trabajo golondrina en el tabaco de los valles salteños o en la fruta de Río Negro.
Los problemas no se agotan en la falta de trabajo: se acrecientan con cuadros de hambre y desnutrición en centenares de familias. “La salud pública es otro punto débil, en el pueblo hay un solo médico que atiende a 10 pacientes por día, quedando decenas de niños, mujeres y ancianos sin atención cada jornada; a esta terrible situación se suma la inexistencia de una farmacia en el lugar para acceder a medicamentos en caso de necesitarlos”, indicó Oscar Monzón, presidente del PTP de la provincia, quien recorre la zona.
Pero el reclamo central que une a las comunidades originarias y criollas es la falta de agua. Para los lugareños es un calvario soportar jornadas con temperaturas que superan la mayoría de las veces los 50 grados centígrados. Ante los sufrimientos que vive la población del municipio norteño, el Partido del Trabajo y del Pueblo se solidariza con los justos reclamos y responsabiliza al gobierno provincial por las consecuencias que inevitablemente traerán aparejadas las faltas de políticas para el norte salteño.
