1. La variable del ajuste es el salario
1. La variable del ajuste es el salario
La inflación sigue desbocada castigando duramente al pueblo. El 3,4% que anunció el Indec para febrero sigue siendo mentiroso. En los dos primeros meses del año, los alimentos que no integran el pequeño grupo de “precios cuidados” subieron un 12,7%. los productos con precios “no cuidados son 200.000, los “cuidados” son 500. Las verduras treparon el 39%, y la carne y el aceite subieron por encima del 12%. Por ahora, demoran los ajustes a las tarifas de gas, electricidad, etc., a la espera de que se firmen las paritarias.
El gobierno K sigue sin tomar ninguna medida seria para frenar la carestía. De hecho la sigue alimentando con aumentos de los combustibles, entre otros. Y presiona a las provincias para que hagan sus propios ajustes, recortando el envío de fondos por fuera de la coparticipación. Hay tarifazos como el de Macri al boleto de subte.
No importa cuánto despotriquen Capitanich y Kicillof contra “las corporaciones”: eso es show “para la tribuna”. Lo que importa es que no hacen nada porque de cada 10 pesos que aumenta un producto, 4 van a engordar los impuestos (IVA, ganancias, etc.) que el gobierno usa a su antojo.
La inflación ya se comió la mitad de la devaluación de enero. Cristina K viajó a Europa buscando apoyo a la negociación para pagar la deuda con el Club de París, y para pedirle al papa Francisco que le ruegue a Obama que frene los juicios de los “fondos buitres” contra la Argentina, alarmada por las declaraciones del secretario de Estado yanqui, que dijo: “Vamos a seguir presionando para que la Argentina pague sus deudas”. El gobierno K paga, paga, y mendiga préstamos que, por el momento, no llegan.
A la hora de la verdad el centro de la política K es hachar los salarios en las paritarias, después de haber licuado las jubilaciones y planes sociales con la inflación.
2. Si ganan los docentes ganamos todos
Nunca más justo que ahora el apoyo a la lucha de los docentes por un salario digno. Una lucha difícil, pero posible de ganar por la firmeza en la lucha y la conciencia de los maestros y maestras, que le marcan la cancha a las direcciones traidoras y conciliadoras en sus asambleas y con sus cuerpos de delegados.
La jornada del 12/3 de la CTA, la Multisectorial y otros sectores, ha sido un apoyo a esa lucha de los docentes y al conjunto de los estatales. Micheli ratificó la lucha por un paro nacional y no abandonar las calles, y advirtió al gobierno: “O cambian la política o el pueblo los va a empujar hasta que se vayan todos”. Una muestra de la censura que impone el pacto de gobernabilidad de los de arriba, ha sido el silencio de los medios al corte de la Avenida 9 de Julio, durante 3 horas, por la CCC.
Mariotto, el vicegobernador bonaerense de La Cámpora, mostró como le salen los pelos (de gorila y de fascistoide) y pidió “reglamentar el derecho de huelga para los docentes”.
Ante las dificultades del gobierno para hacharle el salario a los maestros, presiona a los gremios colaboracionistas para que acaten el techo salarial y el pago en 2 o 3 tramos; usa la zanahoria de darle, al que firme, parte de los $20.000 millones que debe a las obras sociales.
3. La inseguridad y la droga matan
“Estamos viviendo horas muy difíciles, dramáticas, con mucha sangre derramada y mucha violencia, con delincuentes que están dispuestos a todo”, dijo el gobernador Scioli, como si él no fuera parte de ese drama que castiga al pueblo.
El gobierno K sacó a la Gendarmería de las fronteras y las convirtió en una autopista para la droga y la trata. Ahora saca a la Gendarmería de Buenos Aires para que esté disponible para la represión al pueblo.
El secretario de Seguridad, teniente coronel Berni, propuso bajar la edad de imputación a los menores, haciéndose el distraído de la responsabilidad de su gobierno que, con la inflación, los salarios de miseria y las jubilaciones y planes sociales de hambre, es responsable de crear las condiciones para el florecimiento del narcotráfico y las bandas del delito organizado. Y responsable, también, de haber negociado con el delito organizado, durante estos diez años, profundizando el ensamble del aparato de seguridad del Estado con esas bandas de narcos, trata y demás delitos.
¿Cuánto falta para que el genocida de la dictadura y jefe del Ejército, Milani, al que el gobierno le puso como “escuderas” a Hebe de Bonafini y Estela Carloto, se sume a la represión al pueblo? El radiograma de Milani al Ejército, y la política de llevar militares a los barrios para “lavarse la cara”, va en esa dirección.
El 24 de marzo, el pueblo en las calles volverá a repudiar la represión de ayer y de hoy, reclamando contra la criminalización de la protesta, y por el juicio y castigo a los genocidas como Milani.
La bronca y el hartazgo por la inseguridad y la droga, deben dar paso a la autoorganización del pueblo, con la participación de todos los que están dispuestos, que son muchos, y torcerle el brazo a los poderes del Estado para que hagan algo de lo que tienen que hacer.
4. Paritarias y elecciones
Las elecciones están en la calle. Expoagro es una “vidriera” de presidenciables, como lo fue la Fiesta de la Vendimia. Supuestos “enemigos” se fotografían juntos: un cambalache. Scioli con Massa, o con el gobernador de Chubut, Buzzi y Cristóbal López (socio de los Kirchner). Cobos con Macri, etc. Varias provincias van adelantando sus elecciones provinciales (o primarias abiertas) al primer semestre del 2015, tratando de despegarse de la disputa presidencial. Scioli y Massa fueron a Estados Unidos, Urribarri viajó a China (se ofrece como mejor continuador de esa “alianza estratégica”). La lista de personajes que frecuentan las embajadas yanqui, alemana, francesa, china, rusa, es escandalosa. Es notable como van a rendir examen ante los imperialistas.
Se preparan, todos, para que después del Mundial de Fútbol, las campañas electorales ocupen todo el escenario político. Los tiempos se acortan para la campaña por la personería del PTP y llevar a las masas la propuesta de emergencia del PTP y el PCR, haciendo hablar a las paredes, y abriendo negociaciones para los frentes electorales.
Todos jugamos para volcar el resultado de la pulseada de las paritarias. El gobierno porque aspira a torcerle el brazo a la clase obrera para hacer pasar su ajuste. Los otros sectores del bloque dominante hacen su aporte presionando para frenar las luchas, pero temen que este gobierno no tenga la fuerza ni la voluntad suficientes para “sanear” la economía.
Y las fuerzas populares, antioligárquicas y antiimperialistas trabajamos para que sean la clase obrera y el pueblo los que le tuerzan el brazo a la política de ajuste. Nos preparamos, también, para que se exprese en la política, y en las urnas, las urgencias y necesidades del pueblo, tal como se expresan en las calles.
Mal que le pese a los de arriba, hay por delante escenarios donde se mezclan la lucha económica y la lucha política. Escenarios en los que pesan y pesarán la gran bronca de las masas, la peligrosidad de un gobierno debilitado, los “pactos de gobernabilidad” para sacar a las masas de la calle, el cambalache de los presidenciables del bloque dominante (los K y los no K), y el esfuerzo de militancia para construir una gran fuerza, nacionalmente y en cada provincia y municipio, que una a esas grandes masas obreras, campesinas y populares, que buscan una salida popular, patriótica, democrática y antiimperialista. ¡Ese es el desafío, para avanzar en el objetivo de dar vuelta la tortilla!
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Dromi, Monti, Galuccio y sus amigos de Schlumberger
La mentira de una YPF nacional
Para saber lo que está pasando en YPF hay que hablar con los veteranos ypefianos que conocen todas las historias.
El gobierno K anunció con bombos y platillos una YPF “nacional”. ¿Fue así? La primera decisión que tomó fue poner a Miguel Galuccio de presidente de la petrolera. Para ocupar ese cargo, Galuccio dejó su puesto de presidente de la sucursal en Londres de Schlumberger, el monopolio yanqui que es la mayor empresa de tecnología petrolera del mundo.
Galuccio comenzó su carrera “profesional” en Bridas, cuando es empresa era 100% de la entonces llamada “multinacional rusa”. Ahora, con Galuccio “cuadro” de Schlumberger, llegó el aluvión de “sus amigos” en esa empresa yanqui, que han ido ocupando los puestos claves para la operación de YPF: Jesús Grande, Ejecutivo de exploración y producción; Emanuel D’Huteau, director de estimulación y productividad, Martín Gandolfo, presidente de Apache a partir de su compra por YPF. Como es de imaginar, todos los contratos de YPF van a parar ahora a… Schlumberger.
Galuccio habló mucho de su paso por YPF. No aclaró que él tomó puestos de dirección de esa empresa, cuando la presidía Roberto Monti, quien venía de desempeñar altos cargos en Schlumberger. Era la época en que Menem establecía el alineamiento estratégico con Estados Unidos, y a la muerte en un accidente del presidente de YPF Estensoro, designó a Monti en su lugar.
Otra coincidencia no casual, es que Roberto Dromi, el Ministro de Obras y Servicios Públicos de Menem, cerebro jurídico de las privatizaciones, incluida la de YPF que regalaron el patrimonio nacional por coimas. Cristina K calificó de “positiva” esa privatización de Menem-Dromi. Más tarde, Dromi fue el cerebro de la venta de YPF a Repsol, empresa a la Dromi asesoraba. Y para completar la historia, Dromi es asesor del gobierno kirchnerista.
Galuccio ha señalado que el país tiene que tener una estrategia petrolera a 10 años. Y la aplica. ¿Cómo es el negocio? El gobierno subió el precio de las naftas más del 100% en un año. La recaudación de YPF crece (a costa de los bolsillos del pueblo). Toma créditos endeudando a YPF. Esa plata va a la exploración del gran yacimiento de Vaca Muerta, que exige grandes inversiones tecnológicas… es decir, más contratos con Schlumberger. Mientras tanto, el gobierno ofrece los pedazos de Vaca Muerta, a los monopolios imperialistas que ponen un pie encima.
En resumen, todos ponemos la plata para que YPF haga el gasto de lo que es caro, que es la exploración y el desarrollo de una tecnología apropiada al yacimiento, llenando los bolsillos de Schlumberger; el gobierno consigue dólares (como los de Chevron) para seguir vaciando el Banco Central, entregando el petróleo a futuro a los monopolios imperialistas, a los que el gobierno K les garantiza el precio internacional y cupos de exportación.
Cómo se ve, a Galuccio-Cristina K no les interesa recuperar el autoabastecimiento petrolero de la Argentina. Uno está atrás de los contratos con su verdadero patrón, Schlumberger; y la presidenta está atrás de los dólares, y de ser cola de león en el reparto de Vaca Muerta. ¿Será montar un consorcio que se quede con una tajada, lo que está negociando el testaferro K, Lázaro Báez, con el monopolio chino Sinohydro?