Aunque la tasa de desocupación es, según la presidenta Cristina Fernández, “la más baja desde que tengamos memoria”, las propias cifras oficiales muestran que la Argentina, después de la “década ganada”, se sigue sin resolver el problema del trabajo no registrado, el llamado empleo en negro.
Aunque la tasa de desocupación es, según la presidenta Cristina Fernández, “la más baja desde que tengamos memoria”, las propias cifras oficiales muestran que la Argentina, después de la “década ganada”, se sigue sin resolver el problema del trabajo no registrado, el llamado empleo en negro.
En el cuarto trimestre del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el 33,5% de los asalariados urbanos del país no tuvieron descuentos jubilatorios, es decir, trabajaban en negro. En el total del país son unos 4,3 millones de asalariados, que no cuentan con cobertura médica ni previsional, seguro por accidentes de trabajo, etc.
Si hubo una pequeña disminución en el porcentaje en relación al cuarto trimestre de 2012, es porque ahora han perdido dicho trabajo. El informe del Indec también muestra que en el cuarto trimestre de 2013 los asalariados representaban el 76,7% de los trabajadores urbanos del país, 0,2 puntos menos que un año atrás. A su vez, el porcentaje de los trabajadores no asalariados (cuentapropistas) pasó de 23,1% a 23,3 por ciento.
El aumento de los cuentapropistas, al ser menor su número que el de los trabajadores asalariados, no compensa la baja en la tasa de actividad registrada por el propio Indec y que explica la baja en la tasa de desocupación (ver “Menos desempleo por menos demandantes”, hoy nº 1507). Es decir, en el último trimestre del año pasado una gran parte de la gente que estaba buscando trabajo decidió dejar de hacerlo y, por lo tanto, salió de la población económicamente activa, mientras que otra parte, que no pudo encontrar un empleo en relación de dependencia, empezó a trabajar por cuenta propia.
En cuanto al empleo en negro, las cifras del Indec muestran que los peores resultados se registraron en el norte del país. En la región noroeste los trabajadores no registrados son el 42,4% de los asalariados, mientras que en el Nordeste llegan al 38,8 por ciento. En el área del Gran Buenos Aires el empleo en negro afecta al 33,2% de los asalariados, en línea con el promedio nacional. Sin embargo hay una notoria diferencia entre lo que ocurre en la Capital Federal, donde el 21,6% de los trabajadores no está registrado, y en los partidos del conurbano, donde esta tasa trepa al 37 por ciento.