El 8 de abril, en la Universidad Nacional de Quilmes, se realizó un homenaje a la primera Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres. Estuvo organizado por la Comisión de Mujeres de Quilmes, Berazategui y Varela y la Comisión de Mujeres de la Unqui.
El 8 de abril, en la Universidad Nacional de Quilmes, se realizó un homenaje a la primera Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres. Estuvo organizado por la Comisión de Mujeres de Quilmes, Berazategui y Varela y la Comisión de Mujeres de la Unqui.
La actividad contó con la presencia de Clelia Íscaro, Elsa Cola Arena (integrantes de dicha comisión) y de Irene Palacios, miembro de la actual comisión salteña. Tuvo como objetivo homenajear a aquellas que, 28 años atrás, en la ciudad de Buenos Aires realizaron el primer Encuentro, sin imaginar la importancia que adquirirían los encuentros para el movimiento de mujeres de la Argentina.
Cerca de las 18 comenzaron a llegar las casi 120 personas que participaron. Entre ellas se encontraban compañeras de ex comisiones de Buenos Aires (1996) y de La Plata (2001). También participaron muchas mujeres que formaron parte de la historia de los primeros Encuentros (y que aún siguen participando de ellos) y mujeres jóvenes interesadas en conocer los inicios y compañeros.
En la entrada se hallaba una mesa con materiales que mostraban parte de la historia y se repartió un boletín que contenía los documentos de apertura y cierre del 1° Encuentro de 1986. Entre sus líneas de la bienvenida decía que “no hay nada más caro para nuestro corazón que vernos las caras, conocernos, escucharnos las voces e intercambiar ideas, juntarnos para la gran marcha…”. Con ese mismo espíritu emprendemos hoy cada Encuentro.
Se dio inicio al homenaje a través de un video que recopilaba materiales históricos, como la carta de invitación al primer Encuentro, el “Queridas amigas” que tanto esperamos; imágenes de todos estos años que nos fueron llenando de emoción y orgullo; escuchar el himno Argentino con nuestras propias voces; el discurso de las mujeres salteñas en la elección de última sede y un mapa gigante de nuestro país que fue pintándose al paso de los Encuentros, mostrando el federalismo, uno de los pilares centrales.
Una vez finalizado y con un fuerte y cálido aplauso fueron recibidas las compañeras Clelia y Elsa, quienes nos transmitieron el saludo de otras mujeres miembros de esa primera comisión. Luego nos relataron cómo eran aquellos años previos al 86, el contexto social y político, la formación de la Multisectorial de la Mujer que, a pesar de su diversidad, logró unirse en puntos centrales como la carestía, el aborto, el divorcio, entre otros temas. Cómo fue y qué dejaron el congreso de Nairobi y los encuentros feministas de esos años. Con mucha claridad y diversas anécdotas, fueron contando la historia, una historia que les pertenece a ellas y a tantas otras, una historia que comenzó con mil mujeres en el Teatro San Martín y que fue creciendo y extendiéndose por todo el país. Expresaron cómo siguieron desarrollándose los Encuentros y la importancia de su carácter horizontal, plural, heterogéneo, autónomo, autoconvocado y federal, que permitió que nadie pudiera apropiarse de ellos
Trajeron los temas por los que hoy seguimos peleando las mujeres: la violencia, la trata y la prostitución, el aborto, la carestía de la vida y el ajuste. Algunos por los que se luchaba en aquel momento y que aún, lamentablemente, tienen vigencia. Luchas que tendremos que librar con el conjunto del pueblo.
Con la llegada de Irene, integrante de la actual Comisión de Salta logramos presenciar algo maravilloso: la unión de la historia con el presente, un presente al que se llega de la mano de todos estos años y demostrando que no han sido en vano. Irene con mucha generosidad nos contó como es el trabajo que hoy tienen las mujeres de Salta, al haber tomado la responsabilidad de organizar un evento tan grande y todo lo que deben hacer para garantizar su realización. Y al mismo tiempo nos trasmitió la alegría de poder hacerlo y seguir escribiendo estas páginas que, para las mujeres de nuestro país, son tan importantes. Irene nos invitó a ser parte de este 29 Encuentro en Salta para “hacer visibles a las mujeres invisibles”, como lo dijeran previo a la elección de sede. Otra sorpresa tuvimos cuando Irene vio entre los presentes a otra compañera de la Comisión actual, Nadia, ella nos manifestó la alegría de poder estar ese día allí y de conocer a esas mujeres.
Con las palabras de agradecimiento expresadas por una integrante de la Comisión de Mujeres concluyó esta actividad, entre muchas emociones, lágrimas y abrazos.
Hoy podemos decir que 28 años después, los Encuentros existen en la Argentina, y reflejan la necesidad de miles de mujeres de tener tres días en los que podemos encontrarnos a discutir sobre nuestra realidad como mujeres.
Los talleres siguen siendo el corazón de los Encuentros. Nos permiten encontrarnos con otras mujeres, tan distintas pero tan iguales… Aprendemos del intercambio, de las experiencias, nos enriquecemos y reflexionamos para volver a nuestros lugares con la fuerza para luchar por nuestros derechos. Donde la única condición es ser mujer.
¡Gracias compañeras!
