El 2 de mayo, tras fuertes debates, la Asamblea Provincial resolvió por unanimidad: Rechazar la última propuesta de Urtubey que llevaba el básico a $2.234. Continuar el paro por tiempo indeterminado. Exigir al gobierno una respuesta en 48 horas. Exigir el no descuento de los días de paro de marzo y abril. Medidas contundentes en cada departamento: cortes de ruta, marchas, acampe. Marcha provincial el martes 6 de mayo con concentración en el Cabildo Histórico a las 16 hs. y salida a las 17. Docentes Unidos de Salta se declaró en asamblea permanente.
“Esta lucha fue una avalancha”
Antonio es uno de los miles de maestros salteños que se sumó a la histórica lucha docente; está convencido de que “durante muchísimos años el gobierno priorizó los intereses de los poderosos que dominan Salta por sobre los intereses de los sectores populares”. Asegura también -con mucho pesar- que a los gobernantes no les interesa en absoluto que la educación pública sea mala “porque a ellos y a las clases dominantes les conviene”.
Este maestro vive y desempeña su trabajo en el departamento de Orán, situado a 400 kilómetros de la capital salteña, sobre la frontera común con la República Plurinacional de Bolivia. Cuando le preguntamos cuántos años lleva enseñando en las aulas norteñas responde con mucho orgullo que está próximo a cumplir 22 años. Para Antonio este paro, que el 1º de mayo cumplió un mes, es histórico: “Este ya no es un paro por aumento salarial, es el paro de la dignidad”, afirma emocionado.
“Salta debe ser la única provincia en el país en la que tenemos que trabajar 66 horas cátedras para tener un sueldo digno. Nos responsabilizan a los docentes si hay un accidente o una catástrofe, el Estado se desentiende. En primavera y verano soportamos entre 50 y 60 grados centígrados porque es una zona muy cálida, sin ventiladores o aire acondicionado; no es humano que un niño esté encerrado cuatro horas sin aire”, reflexiona Antonio cargado de bronca y dolor. Sucede que en la mayoría de los casos son los padres, junto a directivos y maestras, quienes a través de las cooperadoras se ven obligados a poner en condiciones las escuelas. Este tipo de situaciones son las que transformaron al paro por aumento salarial en una conmovedora lucha por la dignidad. Entre los puntos más sentidos por toda la docencia salteña destacan aquellos que exigen mejoras edilicias y la copa de leche para sus alumnos.
“La evolución de esta lucha fue como la de una avalancha, nadie pudo quedarse afuera. Cada uno fue sumando su práctica, su modo de luchar, nosotros por nuestra zona e historia adoptamos como metodología los cortes de ruta, al igual que los compañeros del departamento San Martín, porque con quedarte sentado tomando mate no alcanza. En la Capital fue el acampe en la plaza 9 de Julio, en otros lugares las marchas y jornadas”, señala con determinación este maestro oranense.
Darío Perillo en Salta
Luego de 30 días y 30 noches de paro, acampes, ollas populares, cortes de ruta, marchas multitudinarias -con más de 10 mil compañeros- y asambleas, recorrimos las calles miles de veces andadas, con el compañero Darío Perillo, secretario de Organización de la CTA dirigida por Pablo Michelli. Era la mañana del miércoles 30 de abril la que brillaba con un sol otoñal regalando buena temperatura y la luz necesaria para captar las imágenes de una plaza 9 de Julio tomada por docentes en huelga de hambre, padres autoconvocados que estuvieron día y noche en el acampe, trabajadores de gremios como Apsades, ATE, UPCN, entre otros; y miles de ciudadanas y ciudadanos que se solidarizaron con la lucha de los maestros.
La decisión de miles de compañeros y compañeras reunidos en asamblea de marchar una vez más, fue clara y contundente: “¡Paro, paro, paro, paro compañeros, el que no hace paro es esclavo del gobierno!”, gritaban los maestros repudiando al gobierno de Juan Manuel Urtubey.
El compañero Perillo nos cuenta que vino a Salta “porque la lucha docente me parece extraordinaria, además de histórica; está en el mismo camino de otras que se han desarrollado en nuestro país, en estos años, como la de Tierra del Fuego de los compañeros de Sutef, como la del Chaco con los compañeros de Sitech, la de Chubut, o como la del MSL de Misiones. Y este año brotó esa rebelión en la provincia de Buenos Aires, esto hace acordar mucho a todo eso.
“Mi responsabilidad es, de alguna manera, ver cómo son los conflictos docentes. Lo que se vive en Misiones es muy similar, dentro de las columnas vas a ver escuelas enteras con su cartel, orgullosos, cantando, alegres. La cantidad de compañeras que participan es extraordinario. Lo mismo viví en Comodoro Rivadavia en los cortes que se hacían a la entrada de Cerro Dragón, donde la mayoría eran compañeros docentes que estaban desde las 5 de la mañana hasta las 4 de la tarde y no aflojaban. En todas las luchas ves que la población te dice que no aflojes, muchos son los que te acompañan y muchos son los que te aplauden. Esto pasa porque la lucha contra el ajuste es nacional y, además pasa porque la gente está harta de esta política y ha descubierto toda la mentira que le han venido relatando en estos últimos diez años. En consecuencia, no se van a dejar llevar y esto va a continuar porque la medida que ha tomado el gobierno, que significa recesión e inflación, requiere que ajusten los salarios, por lo tanto toda conquista salarial va a ser muy digna”. Le comentamos a Perillo que un grupo de padres presentó un pedido de amparo ante la Justicia para que sus hijos no pierdan días de clase y de manera inmediata los docentes tengan que abandonar la lucha y volver a clases. La respuesta es concisa porque vemos más docentes todavía, padres autoconvocados, movimientos sociales, gremios, una delegación de docentes originarios. ¿Qué le dirías a esos padres y a los padres en general?
“Esos padres deben ser una minoría y deben estar apañados por algún oficialista de turno, lo mejor es apersonarse, hablar con los docentes, acompañarlos porque la escuela es de todos, no es de los docentes. Es de los niños en primer lugar, de los padres, de los docentes y también del personal auxiliar que está todo el día en la escuela”.