El miércoles 30 de abril se realizó la primera clase pública en defensa de la educación en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNJu), impulsada por estudiantes y docentes de la UNJu donde también participaron estudiantes del Profesorado de Filosofía.
El miércoles 30 de abril se realizó la primera clase pública en defensa de la educación en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNJu), impulsada por estudiantes y docentes de la UNJu donde también participaron estudiantes del Profesorado de Filosofía.
Con los pupitres en la calle, se pudo discutir las problemáticas estudiantiles y docentes, y los caminos posibles para cambiar de fondo esta situación, poniéndolas además en el contexto de las próximas elecciones de rector en la UNJu.
La clase pública fue importante porque ayudó a avanzar en la unidad para que el ajuste y la crisis no se descarguen sobre las espaldas de los estudiantes y los trabajadores de la universidad.
A partir de esta unidad, y profundizando la discusión democrática en las aulas y pasillos, se espera condicionar al próximo rector (cualquiera sea el candidato elegido), a responder a las necesidades de la comunidad universitaria (en especial estudiantiles), con medidas concretas para que ningún estudiante sea expulsado de las aulas, como la apertura del comedor universitario, la fotocopiadora propia, el aumento de la planta docente y las mejoras edilicias para poder implementar bandas horarias, etc.; y que también enfrenten la LES (Ley Superior de Educación) y la Coneau, implementada por el menemismo y profundizada por el kirchnerismo.
La unidad y la lucha es el camino para conquistar la Universidad democrática, científica, autónoma y al servicio del pueblo; ese lugar, como dijo una docente, “en el que quepamos todos”.
