A partir de ir investigando el recorrido que hizo el movimiento de mujeres en el mundo y en particular en la Argentina, sobre todo cuando se conforma la Multisectorial de las mujeres, que impulsa luego el primer “Encuentro Nacional de Mujeres”, decidimos encontrarnos en el merendero con las mujeres que fueron a los encuentros, y con aquellas que todavía no lo conocen, para ir reviviendo de qué se tratan éstos y también para charlar de cuestiones que nos preocupan.
A partir de ir investigando el recorrido que hizo el movimiento de mujeres en el mundo y en particular en la Argentina, sobre todo cuando se conforma la Multisectorial de las mujeres, que impulsa luego el primer “Encuentro Nacional de Mujeres”, decidimos encontrarnos en el merendero con las mujeres que fueron a los encuentros, y con aquellas que todavía no lo conocen, para ir reviviendo de qué se tratan éstos y también para charlar de cuestiones que nos preocupan.
Participamos compañeras de todas las edades. Todas juntas compartiendo un espacio de debate, enriquecido precisamente por esta diversidad. También contamos con la presencia de una gran luchadora social, principalmente por las reivindicaciones de las mujeres en la Argentina, mujer de amplio recorrido en los ENM: Clelia Iscaro.
Vimos un video de Nuestras Vidas Nuestras Luchas, 26 años de Encuentros Nacionales de Mujeres. Todas estábamos compenetradas sobre todo cuando aparecieron en el film los diferentes relatos de mujeres en los talleres. Luego que terminó, se volcaron experiencias de todo tipo y se vio reflejado en cada relato aquello que hace grande los Encuentros Nacionales de Mujeres y es que su mejor publicidad: que la mujer que va se transforma e invita a otra desde su experiencia. Ese boca en boca tan necesario.
Una frase que nos conmovió de una mujer mayor fue: “El encuentro te va a liberar y te va a hacer crecer”. Y otra más joven que cuando aparece en el video de la marcha comenta: “Ese es el momento más lindo del encuentro”, las demás mujeres grandes asienten, recordando y reconociendo como un momento de alegría y de unión entre todas las mujeres, pese a las diferencias que podamos tener.
El tema de la violencia surge como una gran preocupación de todas las mujeres y un gran debate de cómo las mujeres se liberan de una situación de violencia y principalmente cómo se ayuda cuando una mujer vuelve con la persona que la golpea. El encuentro surge como un gran organizador para el debate y el seguir creciendo en este camino para avanzar todas juntas.
Hacia el final del encuentro y como gran reflexión y desafío para las mujeres, Clelia nos deja estas palabras “Las mujeres tienen que estar unidas para ganarse la mitad del cielo”. “Van a intentar dividirnos, y para que esto no suceda hay que discutir las diferencias y llegar a acuerdos, y seguir como antes mencionábamos avanzando en un camino juntas, porque es mejor si somos muchas”.