Alba Tello
Alba Tello
Buenas noches compañeros, hoy estamos aquí, trayendo su presencia en el recuerdo. En mi memoria están los días de detención. La cárcel no fue fácil. Menos para vos que defendías al gobierno constitucional contra el golpe de Estado. Muchas te trataron como enemiga. Cuando había que tomar decisiones o responder a algún jefe del penal, escucharte, se rompía su silencio y surgía una voz pausada y segura que con precisión desarrollaba sus argumentos perfectos y claros, un razonamiento rico sin menoscabo de la sencillez, tan luchadora en el adentro como en el afuera, solidaria con todos, impulsando a estudiar, hacerse (no se entiende), maestra de infinita paciencia… recuerdo tu tranquila calma donde surgia tu fuerza interior. Tu voz inquebrantable de lo que decías con pasión y entrega, tu firmeza de principios. Tengo el recuerdo bien fundado con cimientos… Normita, hija del corazón, amiga querida, comprensiva y generosa, estarás en mí siempre presente.
Mónica Bustos
Queridos familiares de Normita, queridos compañeros, queridos camaradas. Para nosotras es una cita de honor, cada una de estas oportunidades. Hemos compartido con Normita una etapa inédita del terror de las clases dominantes en la cárcel. Hemos compartido la cotidianeidad de la cárcel. Para nosotros es un momento de mucha emoción, donde recordamos su fuerza pero también los afectos que compartimos, y mucho. Compartimos las fotos pegadas en la pared de la celda, de Andrés, de Pati, de nuestros sobrinos queridos, compartimos el dolor de la noticia de saber la enfermedad de su madre, uno de los golpes más duros que Norma recibió estando en la cárcel.
Cuando estuvimos ahí pudimos aprender esa capacidad tan grande que Norma tenía de conocer la dialéctica en la cual tenía la fortaleza suficiente y la dulzura suficiente, que pensaba en la unidad y que pensaba en la lucha.
Pudimos en ese período, elaborar en concreto, una posición que no estaba plasmada en el Estatuto, referido a qué hacer en caso de firmar documentaciones estando en la cárcel. Y lo hicimos forjados por esa profunda ideología que nos infundió el PCR: plantear nuestro Estatuto, defender los secretos del Partido a costa de la propia vida. Tuvimos que defender, y Norma lo hizo con mayor firmeza ya que fue la que más tiempo le tocó estar en la cárcel, todas las presiones para que, obteniendo la libertad física, abandonáramos el país.
Posteriormente, compartimos en la libertad, una relación profunda de amistad, donde siempre, en los momentos difíciles, podíamos acercarnos.
Creo que esos diez años de su pérdida, acrecientan su ejemplo. Nosotros tenemos en Normita de las que sembró el Che Guevara por su luchar por el hombre nuevo. Y creo que este recuerdo de Normita y la obligación de todos aquellos que la conocimos y que conocemos su historia desde el Partido, tenemos que transmitirla hacia todos los compañeros nuevos, tanto de la juventud como del partido, como del PTP que necesitamos. Porque nuestra obligación no es solo rendirle homenaje sino llevar adelante sus banderas. Para que sus banderas se hagan realidad, necesitamos miles de Normita nuevas.