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20 de August de 2014

Conversamos con Edgardo Reynoso, delegado de la Unión Ferroviaria de la Seccional Haedo.

“Una importante dependencia de la industria china”

Sobre los nuevos trenes del Ferrocarril Sarmiento

En el Sarmiento, lo primero que hay que decir es que todo lo que apareció, los trenes chinos, todo lo que se habla de la modernización del sistema ferroviario, no obedece a ninguna planificación, obedece a que la masacre de Once puso en el tapete 20 años de destrucción del sistema ferroviario, 10 de los cuales corresponden a este gobierno. Esa masacre también puso sobre la mesa la complicidad de las direcciones sindicales en todo este desastre. Toda la falta de mantenimiento, el saqueo en materia de subsidios que hubo en estos 20 años, pretenden taparlos con estos nuevos trenes.
Sobre estos equipos nosotros tenemos bastantes reservas, primero porque pertenecen a una industria que no es de las más avanzadas, y nos provoca una importante dependencia de la industria china. Independientemente de eso, lo que subyace en estos contratos con China tiene que ver con la necesidad de China de adueñarse de los 10 mil km de vía del Belgrano Cargas, para el transporte de soja. Recordemos que estos 10 mil km de vías unen uno de los mayores centros productores de soja con el Pacífico. Esto nos llevaría a la más atrasada expresión de coloniaje, y mantendría este sistema perverso de mantener el subsidio sólo en el Conurbano Bonaerense; no se extendería el servicio ferroviario en función de las necesidades del país sino en función de los grupos más concentrados. Esa es la gran preocupación nuestra.
Desde el punto de vista gremial, lo primero es el problema que golpea a todos los trabajadores, el salario. Nosotros vemos cómo la inflación lo va comiendo. Tenemos pendientes los dos hechos que desembocaron en nuestro último conflicto: los ticket canasta y la famosa gratificación que les dieron a las otras líneas y al Sarmiento no. El ticket canasta significa la pérdida del 7% de nuestro salario de forma mensual, un verdadero robo que hacen al bolsillo de los trabajadores. Esta ha sido una lucha entregada por las conducciones, pero nosotros la seguimos manteniendo en vigencia. Ahora estamos haciendo una serie de protestas formales ante distintos organismos, inclusive llegando a la OIT, manteniendo en alto la petición para en algún momento volver al conflicto.
Otra de las grandes preocupaciones es que la nueva tecnología no se traduce en capacitación para nuestros compañeros, lo que indica que todo el mantenimiento de las nuevas formaciones estará a cargo del personal chino. Esto por supuesto va a significar una resistencia importante de los trabajadores.
El miércoles 13 hicimos un nuevo plenario, en el que discutimos dos cuestiones fundamentales: primero, enfrentar a la burocracia en las elecciones de cuerpo de delegados que serán en noviembre. Este es un nuevo desafío para mantener este Cuerpo de Delegados combativo, y de forma unitaria con todos los compañeros. También resolvimos acompañar el paro nacional del 28 de agosto, anunciado recientemente, como hicimos anteriormente, que les exigimos a todas las conducciones gremiales, de unir los reclamos de bajos salarios, de despidos, de suspensiones, en una gran medida de fuerza, que para nosotros tendría que ser de 36 horas.