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20 de August de 2014

El embajador de Palestina en nuestro país, Sr. Walid Muaqqat, expone en esta entrevista los justos reclamos del pueblo palestino, y denuncia que la agresión israelí está “convirtiendo la Franja de Gaza en un pequeño Nagasaki e Hiroshima”. 

“Gaza es la mayor cárcel a cielo abierto”

Entrevista al embajador de Palestina en Argentina, Walid Muaqqat

—¿Cuáles considera que son las reales razones por las que el Ejército de Israel ha desencadenado semejante ataque contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza?

—¿Cuáles considera que son las reales razones por las que el Ejército de Israel ha desencadenado semejante ataque contra el pueblo palestino de la Franja de Gaza?
—El primer ministro israelí Netanyahu y su gabinete no han mostrado sinceridad ni claridad en las últimas negociaciones para alcanzar a una solución justa y pacífica a este conflicto. Por el contrario, han incrementado de manera excesiva el número de asentamientos en miles en el territorio palestino como una clara demostración de destruir la opción de dos estados. A raíz de ello sufren un aislamiento interno y de la comunidad internacional, que llama al boicot de los asentamientos así como la acusación de Estados Unidos a Netanyahu como responsable del fracaso de las negociaciones. Este es uno de los motivos. El otro, es que el señor Netanyahu a raíz del acuerdo entre Hamas y la Autoridad Palestina para formar un gobierno de unidad nacional, amenazó con romper las negociaciones con la Autoridad Palestina y aumentó las agresiones militares en Cisjordania y luego en la Franja de Gaza con el fin de distraer a la opinión pública mundial y el frente interno israelí, y para ampliar su espectro electoral planificó esta guerra cruel en realidad no contra Hamas sino contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. 
 
—Querríamos que le cuente a nuestros lectores cómo es la situación de la población, tanto en Gaza como en Cisjordania, 
y cuáles son las aspiraciones del pueblo palestino
—En la Franja de Gaza viven 1.800.000 palestinos en 360 km2 cercados por tierra y aire con un bloqueo impuesto por Israel. Convirtiéndola así en la mayor cárcel a cielo abierto, el bloqueo israelí causa todo tipo de sufrimiento a la población: económico, social, psicológico; la desesperación y la frustración que viven sus habitantes sumado a los ataques constantes y los asesinatos selectivos perpetrados por el Estado de Israel hacen la vida insoportable. Al mismo tiempo, en Cisjordania dos millones y medio de palestinos son violentados diariamente por un muro de 800 km de largo que confisca 25% del territorio palestino causando gran daño económico y social. Sumado a ello, la construcción incesante de colonias judías en las propiedades de los palestinos, que sufren la agresión constante de los colonos armados contra aldeanos, que queman sus mezquitas, talan sus olivos y destruyen sus cultivos. Además, se han construido carreteras exclusivas para los judíos, cuyo uso está prohibidos para los palestinos, que deben utilizar caminos en muy mal estado, cruzando controles entre las ciudades palestinas, lo que impide la libre circulación de los palestinos además de toda clase de abusos, como los arrestos y detenciones arbitrarias sin acusaciones ni sentencias, así como los asesinatos y la represión a los manifestantes pacíficos con munición viva.
 
—¿Cómo enmarcaría usted el ataque genocida por parte del Estado de Israel a Palestina, en la actual situación de Medio Oriente?
—Este ataque desproporcionado representa una guerra de exterminio al pueblo palestino y los responsables deben ser castigados. La agresión israelí, de un ejército contra un pueblo indefenso, donde lamentablemente se utilizó la más moderna tecnología de la maquinaria de destrucción, tuvo como objetivo en un 90% a civiles, causando la muerte de 2.000 personas; niños, mujeres, ancianos inocentes y más de 10.000 heridos y la destrucción de 45.000 casas convirtiendo la Franja de Gaza en un pequeño Nagasaki e Hiroshima. 
 
—¿Cuáles son las condiciones para un cese de fuego duradero y real?
—En realidad no son condiciones. El pueblo palestino no pone condiciones, sus reclamos son justos y humanos: levantar el bloqueo a la Franja de Gaza para que entren los alimentos, el combustible, la energía y el agua potable y garantizar la libre circulación del pueblo por tierra mar y aire. Hablamos de necesidades que gozan todos los seres humanos y que a los palestinos nos son negadas por la ocupación israelí. Israel debe acatar las demandas y el derecho internacional, cumplir con las resoluciones de la ONU y ajustarse a los límites de 1967.
 
—¿Qué opina de aquellos que equiparan la resistencia del pueblo palestino con la ofensiva militar israelí, aplicando la teoría conocida en nuestro país, como “los dos demonios?
—Dicho argumento es parte de la propaganda mediática israelí que justifica la matanza de miles de civiles y la destrucción; se busca mostrar el otro lado, Hamas, como si fuera un ejército con igual fuerza que el israelí. La realidad no es así, se trata de la fuerza de un ocupante contra un ocupado. Uno que representa la quinta fuerza militar en el mundo con 200 cabezas nucleares frente a cohetes caseros que causaron lamentablemente 3 muertes civiles. Ello sin embargo no justifica las masacres y la catástrofe que causaron al pueblo palestino. Israel como fuerza ocupante debe asumir, según el acuerdo de la Cuarta Convención de Ginebra, la responsabilidad por los civiles palestinos e israelíes por encontrarse bajo su ocupación.
 
—¿En qué situación se encuentran los acuerdos entre Hamas y Al Fatah, y cuáles son las perspectivas para la Autoridad Nacional Palestina, ya reconocida como Estado por varios países?
—Los acuerdos entre Hamas y Al Fatah estaban orientados a conformar un gobierno de unidad nacional con un cuerpo de tecnócratas que no representaran a ningún partido y cuya responsabilidad fuera conducir el país a elecciones libres en diciembre próximo.
 
—¿Qué nos puede decir de la solidaridad desarrollada por los pueblos de todo el mundo, incluido nuestro país, con la causa palestina, y cómo se puede profundizarla?
—La solidaridad a nivel mundial ha sido unánime contra la barbaridad de la agresión israelí, que ha sido la agresión más horrible del siglo 21 contra un pueblo indefenso bajo su ocupación. El repudio, la condena y el reclamo de los pueblos del mundo ha sido perseguir a los criminales –ya sean militares o políticos– que tomaron la decisión de causar un genocidio cuyas consecuencias son realmente devastadoras. América Latina ha tenido una reacción muy importante a nivel de los gobiernos y los pueblos al repudiar y tomar acciones contra Israel como Estado genocida y violador de los derechos humanos. Argentina condenó enérgicamente todos estos crímenes y pidió perseguir a los responsables, manteniendo una posición respetuosa de las normas del derecho internacional y a los convenios de la Cuarta Convención de Ginebra.