Varias asambleas resolvieron su adhesión a la medida de fuerza, en algunos casos ratificando la posición de sus gremios, y en otros casos pese a ellos. En Kraft Terrabusi asambleas en los comedores de los turnos ratificaron la medida. El Frigorífico Rioplatense también resolvió en asamblea. De igual manera los trabajadores de Donnelley, y los de FATE. En la industria automotriz, mientras Volkswagen suspendió jueves y viernes, Ford cerró la planta, con el argumento de que no iba a haber comedor.
Cuando se armó el piquete sobre la Panamericana, ya era evidente que el paro era un éxito. Por la escasa cantidad de vehículos, y porque los colectivos pasaban prácticamente vacíos. También se sintió fuerte el paro en las escuelas de la zona.
A las 5.30, un conjunto de trabajadores y organizaciones sociales y políticas cortaron las dos manos de la Panamericana, a la altura de la Av. Henry Ford. Pese al gran despliegue represivo de la Gendarmería y la Bonaerense, se concretó el corte. Participaron numerosas delegaciones de trabajadores de fábricas en conflicto, como Lear, Donnelley, así como la CCC, el PTP y el PCR, la Agrupación 1º de mayo de la alimentación, trabajadores de Kraft, los estudiantes secundarios del MUS, el MST, PTS, PO, entre otros. Estuvo presente el secretario nacional de la Juventud de la CTA, Ernesto “Rulo” Rajneri. El corte se mantuvo hasta las 10 de la mañana, cuando se levantó con un acto, en el que hablaron todas las organizaciones presentes. Por la CCC, habló el compañero Ramón Bogado, quien expresó la necesidad de la unidad para enfrentar la oleada de suspensiones y despidos, mantener la solidaridad con los trabajadores de Lear y Donnelly, y la necesidad de parar las fábricas ante el primer despido.
