El viernes 22 de agosto, a solo media hora de finalizar el turno noche, el jefe de Sala de Control de Operaciones de la Central Nuclear Atucha II, solicitó al electricista de turno, la desactivación de un componente de baja tensión pero de una gran energía. En esta maniobra, casi rutinaria, el compañero Juan Manuel Serralta de 36 años de edad, vecino de la ciudad de Campana, padre de dos hijos, recibió una descarga por arco producto de un cortocircuito eléctrico en la barra de alimentación: su camisa se prendió fuego y sufrió quemaduras en manos, brazos y cara, las que sumaron un 60% del cuerpo.
Es aquí donde vemos la principales falencias de la empresa gubernamental Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), ya que además de haberlo dejado solo al compañero, haciendo una maniobra importante y sin proveerle los elementos de protección personal que hubieran mitigado el accidente –escafandras, guantes, polainas y mameluco ignifugo o anti flama–. El 10 de septiembre, recibimos la triste noticia que tras dos semanas de sufrimiento el compañero falleció.
Otra muerte evitable
En pleno duelo por este lamentable y evitable suceso, cuando se realizaban reuniones de los compañeros de trabajo para consensuar el camino a seguir y no dejar impune y en vano la preciada vida del compañero Serralta, nos sorprende otra perdida. En la noche del martes 16 de septiembre falleció de un infarto cardiovascular otro compañero de la empresa contratista Vialco, Cristian Santano, de 40 años de edad, vecino de la ciudad de Campana, que colaboraba en la parada programada de Atucha 1, en el sector de Instrumentación & Control.
Nuestra indignación es porque esta es otra muerte que pudo ser evitada ya que ante la ausencia de médico en el predio de las Centrales Atucha I-II, no se solicitó auxilio a servicio médico de la Unidad de Gestión de UG-CNAII-IVCN donde hay permanente dos doctores de guardia activa, a solo dos minutos con ambulancia equipadas, chofer y enfermero/a, pagos y contratados por la misma Empresa Estatal NASA.
¿Cómo puede ser que en el servicio médico de las Centrales Atucha I-II no se disponga de médicos las 24 hs. como sí ocurre en la Unidad de Gestión de UG-CNAII-IVCN, de la misma Empresa NASA? ¿Cómo es posible que estando lindantes, separadas solo por un alambrado perimetral, ésta cuenta con dos médicos, enfermeros y chofer en forma permanente durante las 24 hs., que entre ambas no puedan colaborar ante una contingencia médica de urgencia?
Responsabilizamos
a las autoridades
Hechos similares ya ocurrieron en otras oportunidades en años anteriores en Atucha I, donde los trabajadores reclamamos que ante la lejanía de centros asistenciales, la NASA cuente con una guardia con por lo menos un profesional médico y una ambulancia equipada para urgencias cardiorespiratorias.
Ante todo esto, la asamblea de trabajadores de Atucha I-II se declaró en estado de alerta y movilización con quite de colaboración, y además se bajó a media asta la bandera institucional, a la fuerza se realizaron dos minutos de silencio y de grito ¡presente! Se arengó que en honor a la memoria, en homenaje a los compañeros fallecidos, comencemos a construir una comisión de higiene y seguridad, integrada por trabajadores con experiencia en este tan importante tema.
Todo este accionar gremial se realizó desbordando a las comisiones internas de los sindicatos de Fatlyf (Sindicato de Luz y Fuerza del Paraná) y Apuaye actuaron en concordancia con la Empresa NASA, y pretendiendo minimizar las muertes dejando solo enmarcado como hechos fortuitos.
Por todo esto en la asamblea de trabajadores se hizo responsables a las autoridades de estas centrales nucleares, al gerente del Proyecto de Obra de Atucha II, al Directorio de la Empresa NASA, y fundamentalmente a los funcionarios del Ministerio Planificación e Inversión Federal, de De Vido, por estos fallecimientos.
Sobre el estado u operación de las Centrales Nucleares en Argentina los trabajadores decimos que:
1) No existe riesgo de origen nuclear, por lo que decimos, que estamos en desacuerdo con quienes desde afuera, desconociendo las plantas, salieron muy rápidamente a agitar el cierre de las centrales nucleares. Al funcionar en forma correcta los sistemas de frenado y apagado del reactor, no habría inconvenientes en esta área.
2) Pero es cierto que ante el apuro de parte del gobierno kirchenerista en poner en marcha esta central nuclear, sumado a los muchos componentes obsoletos, la finalización de obra y puesta en marcha que no se realizó bajo las reglas del buen arte y también en muchos casos fuera de normativas. Por lo cual el organismo Autoridad Regulatoria Nuclear, encargado de velar por integridad física del público y los trabajadores, hizo vista gorda a todas estas irregularidades muy evidentes, presionado por la Presidencia de la Nación con el objetivo de propaganda política, como en fútbol para todos.
3) En base a todo esto sostenemos que hay que reparar todos los puntos abiertos, especialmente las instalaciones eléctricas para luego generar en forma segura para el público y los trabajadores.