Con esto se intensifica la situación de guerra en Medio Oriente en una compleja situación, en la que las potencias imperialistas intentan garantizar su hegemonía, con enfrentamientos directos o a través de terceros países. La retirada de EEUU de Irak después de la invasión del 2003, que derrocó el gobierno laico de Sadam Hussein, dejó un país fragmentado, con un gobierno apoyado por Irán, y una zona sunita cada vez más oprimida por el gobierno central. Recordemos que Irak tiene tres zonas: el norte, con predominio de población kurda; el centro, con predominio de población árabe sunita; y el sur, con predominio de población árabe shiita.
En Siria, el levantamiento de la primavera árabe que se inició en 2011, principalmente en las zonas más pobres, como Homs, fue sofocado por la dictadura de Assad. El intento de intervención norteamericana y europea, bajo el manto de la ONU fue detenido por Rusia y China. Rusia apoya abiertamente al régimen de Assad, al que le provee gran cantidad de armas, y donde tenía la última de sus bases fuera de su territorio, hasta la ocupación reciente de la península de Crimea.
A partir de fines del 2012 se crearon diversos grupos de oposición armada a Assad, entre ellos el Ejército libre de Siria, y el Ejército Islámico, de conformación sunita, apoyado logísticamente por Arabia Saudita y Qatar. Se pasó a una guerra civil, que llegó a que el Ejército Libre de Siria tomara partes de Alepo y Damasco, las ciudades más importantes de Siria.
La guerra civil siria ha dejado ya más de 100.000 muertos, y miles de desplazados al Líbano y Turquía. Hezbollah, formación del sur del Líbano, también intervino en apoyo de Assad. El Ejército Islámico, en sus inicios, fue relativamente tolerado por el gobierno sirio, ya que combatía más a otros sectores de oposición armada que al propio gobierno de Assad. Se extendió luego a Irak, donde recibió el apoyo de las tribus sunitas, cambiando su nombre por Estado Islámico de Siria e Irak. Ahora es atacado por EEUU e Irán, en Irak. Pero EEUU y sus aliados extendieron los ataques aéreos a territorio sirio.
Ni los miles de muertos en Siria, ni los desplazados son mostrados por los medios, mientras sí lo hacen cuando se trata de justificar una masacre. También se ocultan los crímenes de Israel en Palestina.
Por otra parte, a partir del cambio en el gobierno iraní, con el desplazamiento de Ahmadineyad, y el triunfo de Rohani en las elecciones, se ha producido un acercamiento entre EEUU e Irán, por primera vez en muchos años.
En síntesis, tanto las potencias imperialistas como sus aliados regionales coinciden en sus intentos de aplastar los levantamientos populares de la primavera árabe, como en Egipto, o intentar instrumentarlos en su favor. A su vez, disputan crecientemente por el control de zonas estratégicas del mundo aumentando los peligros de guerra. La debilidad o ausencia de partidos y organizaciones revolucionarias, facilitan estos intentos.