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12 de November de 2014

Crece el reclamo por la aparición con vida de los estudiantes. “Fue el Estado”, “Fuera Peña”, clamaban los miles de mexicanos que marcharon el sábado 8 de noviembre a la sede del gobierno.

México: “fue el Estado”

Ayotzinapa

 Masiva fue la respuesta popular, al conocerse que la Procuraduría General de la República les dijo a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos que las “seis bolsas con cenizas y restos humanos” que se habían encontrado, pertenecerían a los estudiantes secuestrados en Iguala el 26 de septiembre.

 Masiva fue la respuesta popular, al conocerse que la Procuraduría General de la República les dijo a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos que las “seis bolsas con cenizas y restos humanos” que se habían encontrado, pertenecerían a los estudiantes secuestrados en Iguala el 26 de septiembre.
Los padres y madres que participaron de la reunión rechazaron la información y dijeron que no aceptarán ninguna identificación hasta que el grupo de Antropología Forense argentino confirme si se trata o no de sus hijos.
“Están jugando con nosotros contándonos pura pendejada. Nos dijeron que encontraron seis bolsas con cenizas y que era una de las líneas de investigación. Tratan de distraernos ante tanta ineptitud”, indicó Manuel Martínez, tutor de dos de los desaparecidos. “Es una forma de seguir torturando de manera descarada a los padres de familia. Queremos decirle que nosotros como padres de familia no aceptamos de ninguna manera esas declaraciones, porque incluso él [el procurador Jesús Murillo Karam] ha dicho que no tiene la certeza”, dijo Felipe de la Cruz, otro de los padres de familia.
 
Marchas y acciones en todo el país
El sábado 8, la indignación y el hartazgo del pueblo mexicano se hizo sentir nuevamente en las calles de todo el país, frente a tanto manoseo por parte del gobierno -y de los partidos tradicionales- del secuestro de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos, en Ayotzinapa. 
En la capital, decenas de miles se convocaron por las redes sociales al caer la tarde, y marcharon hasta el Palacio Nacional. Allí, un grupo se desprendió, tiró las vallas y prendió fuego a la puerta de la Casa de Gobierno al grito de “Fuego al presidente para que vea lo que se siente”. Hubo varios detenidos. 
A las ya conocidas consignas “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “¡No fue el narco, fue el estado!”, se sumaron pintadas, cantos y pancartas que expresaban “Ayotzinapa aguanta, el pueblo se levanta” y “no estoy cansado, estoy encabronado”.
El sitio www.animalpolitico.com así describía el estado de ánimo en la marcha: “Las consignas contra la clase política se han ido transformando en los días de protesta. En las primeras manifestaciones del mes pasado se veían pancartas para exigir la renuncia del gobernador Ángel Aguirre. Luego apareció la consigna “Fuera Peña, fuera Peña”, para incluir en la responsabilidad al presidente. Desde entonces la frase “fue el Estado” se ha vuelto bandera de las movilizaciones. Pero ayer, estaban mucho más enojados: “que se vayan todos”, rezaban varias pancartas.” 
Es que el secuestro de los normalistas es el hecho que ha rebalsado el vaso de la indignación popular, en un país donde todos los días aparecen nuevas fosas con restos humanos y se suceden los crímenes en los que queda en evidencia la complicidad de los narcos con el gobierno nacional, y con los partidos opositores burgueses.
Mientras esto ocurría en el Distrito Federal, en la capital del estado de Guerrero, más de 500 estudiantes de Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, indignados por el anuncio del procurador, marcharon hacia el Palacio de Gobierno de Guerrero, y expresaron su bronca destruyendo vehículos, y todos los accesos al Palacio de Gobierno. Los estudiantes de la Normal Isidro Burgos, de donde proceden los 43 secuestrados, tienen una larga tradición de lucha, y en su formación como maestros rurales llevan adelante conceptos revolucionarios. En las paredes de la escuela son comunes los murales del Che, y las consignas revolucionarias.
Justamente por un reclamo de aumento de presupuesto, el 26 de septiembre los estudiantes habían marchado a Iguala. Allí, el intendente ordenó una cruel represión para que la marcha no “opacara” la presentación de su mujer, hermana de dos capos narcos, como candidata a sucederlo. Como se recuerda, en la represión perdieron la vida 6 estudiantes, además de los 43 secuestrados.
En otra muestra de claro desprecio hacia el reclamo popular, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el mismo sábado partió de gira hacia China y Australia. 
El domingo 9, luego de cinco días de recorrido, la marcha 43×43, procedente de Iguala, Guerrero, arribó a la capital mexicana y miles de personas realizaron un acto exigiendo justicia, la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto y “presentación con vida” de los 43 estudiantes secuestrados por la policía.