Noticias

08 de July de 2015

La artista plástica Diana Dowek ha ganado el Gran Premio del Salón Nacional de las Artes en la categoría de Pintura, por su obra Bajo la Alumbrera, sobre la mina a cielo abierto en Catamarca.

Un premio a la coherencia

Diana Dowek, Gran Premio Nacional de Pintura

La compañera Diana nos recibe en su casa, que oficia de taller. Junto a sus objetos personales y las obras en las que está trabajando, asoman algunas de las obras emblemáticas de esta artista para quien “siempre estuvieron unidos el arte y la política”. 

La compañera Diana nos recibe en su casa, que oficia de taller. Junto a sus objetos personales y las obras en las que está trabajando, asoman algunas de las obras emblemáticas de esta artista para quien “siempre estuvieron unidos el arte y la política”. 
Sobre el premio, nos cuenta Diana que lo ha recibido con alegría, porque “cierra un ciclo”, y resalta algunas cuestiones: “soy la cuarta mujer en 103 años de este premio”, porque “este premio en la categoría pintura es un coto de hombres”. Diana recuerda que ya en 1985 había hecho un relevamiento que mostraba que mientras la mayoría de los artistas que enviaban obras al concurso eran mujeres, sólo dos habían recibido el premio. “Insisto en esto porque para mí es un logro importante. La segunda cuestión es, cómo te puedo decir, que muchos decían que me estaban negando un premio. Por la temática que abordo, por mis posiciones políticas…”.
Nos cuenta la artista que hay ocho disciplinas en las que se entrega esta distinción que otorga el Ministerio de Cultura de la Nación (las cuatro tradicionales: pintura, dibujo, grabado y escultura, y nuevas como fotografía e instalaciones). El premio conlleva una gratificación económica que, “para los que tienen más de 65 años, es una pensión, el doble que el premio municipal. Y el premio es 10 veces más que el municipal. Lo entregan el 21 de septiembre, que además de ser el día de la primavera es el día de los artistas. 
“La repercusión que tuvo este premio fue impresionante, sobre todo por la obra, que tiene que ver con el extractivismo y los bienes comunes. Es un premio con contenido. Yo he recibido otros premios, pero sin un porqué explícito”.
Diana nos muestra una de las obras que compuso la muestra que integra la obra premiada. Un gran lienzo titulado “El viaje, historia de un regreso”, en el que se ve una estatua de Lenin, mutilada y dentro de una barca que la transporta que como dice Diana “va recorriendo con su mirada de Ulises el mundo, la tragedia de las guerras, la destrucción y apoderamiento de nuestros bienes comunes… y el inevitable retorno de las luchas por impedir la destrucción total de nuestra humanidad”. La muestra se tituló La mirada de Ulises, y se exhibió en el Centro Cultural Recoleta entre marzo y abril de 2015.
Luego, la compañera Dowek cuenta que “incluso entre los kirchneristas, he recibido apoyos por el premio, porque no soy oportunista, yo vengo haciendo esto toda la vida. Por supuesto que hay hipócritas que te apoyan porque tenés el premio. Pero para mí premiar una obra como ésta, en la que hablás de una cuestión que está pasando, es importante. No es el premio a Diana Dowek solamente, es a toda una posición. Es un premio que cierra un ciclo, capaz que es un premio a la perseverancia. Yo soy muy perseverante, tengo una línea y no la voy a cambiar. Tengo más de 50 años de militancia. Desde la escuela que yo tenía esta posición, y me reconocían con esta posición. Para mí siempre estuvieron unidos el arte y la política. Este premio es distinto a otros. Con obras más metafóricas, como las vallas. Yo no estoy en contra del kirchnerismo porque sí, es consecuencia de una trayectoria de lucha”, afirma Diana, agregando que también en el terreno de los artistas plásticos “estamos enfrentando una succión, captar a una serie de artistas. Esto se ve más entre los actores, pero entre los plásticos también se da”. 
 
La forma expresa el contenido
Conversando sobre la muestra de la que forma parte la obra premiada, le mencionamos la coherencia en el abordar temáticas sociales. Diana dice: “Es verdad, pero a veces es un problema porque cuando tenés que plantear ideas, a veces conceptuales, a veces más ideológicas, y lo estás haciendo con imágenes, podés caer en retórica, en lo anecdótico. Por eso yo hago series de las obras para poder ir de la retórica a la esencia, a la abstracción. Quiero hacer una obra que se entienda de lo que estoy hablando, y sea muy plástica y estética para que pueda ser mirada por otros aspectos. 
“A un artista que trabaja en esto se le plantea la forma y el contenido, ¿qué está primero? Yo siempre digo que la forma expresa el contenido. Por lo tanto la forma de abordar una temática es fundamental, cómo la plantás en un espacio bidimensional. Tiene que ser lo suficientemente atrayente para que el espectador pueda mirar, acercarse. La obra tiene que ser impactante, y tener sutileza para que vos no te vayas de la obra diciendo, por ejemplo, esto me habla de la guerra pero no me interesa, no me llega.
“El tema de la forma es importante, la obra a veces no es captada por todos, de entrada. El ejemplo es el Guernica de Picasso. No fue captado de entrada. Como estaba en el contexto de la guerra y era explícito que Picasso quería hablar de la guerra, pasó a ser la obra más significativa sobre lo trágico de esa guerra. Y es una obra que plantea toda una alteración de la forma y el espacio.”
Sobre la técnica utilizada, que combina la fotografía con la pintura, nos dice la artista que se remonta al 2001, cuando acompañó una movilización de desocupados desde La Matanza hasta el Ministerio de Trabajo. “Ahí veo cómo, mientras esperaban una respuesta se acuestan sobre el pavimento y yo, que no tenía ni cámara, digo, esto tiene que ser fotografiado. De ahí empieza la simbiosis, que es argumental, con la plástica que podría decirse que es más subjetiva. En esa ligazón saco cosas, pongo cosas, altero la fotografía. Es lo que vengo haciendo desde 2001, salvo la serie Mujeres queridas, que es dibujo a mano alzada. Mi base de trabajo es el documento, la fotografía. Es una técnica que me gusta. Pero además me permite mostrar cosas que yo no inventé, existen”. 
Ante nuestra pregunta de “¿Cómo llegás a plantearte qué obra querés hacer? interpretando los distintos momentos de la historia de la Argentina”, Diana afirma “¿Cómo llego?, porque tengo una militancia política. Y por eso estoy muy avisada de qué es lo principal y qué lo secundario de las cosas que están pasando. Estoy al día con la política. Esto vale para el país y para el mundo. Por eso puedo plantear cuestiones como la guerra, los ataques a Gaza, entre otras cosas”. 
Comentando sobre su nueva obra, de la que tuvimos el privilegio de ver una parte, y que aborda el drama de los inmigrantes, Dowek se emociona afirmando “Me atrae muchísimo lo que está pasando con los inmigrantes que mueren en el agua, yendo de África a Europa, es un drama, una tragedia, agravada por la miserabilidad de los gobiernos europeos. Hay 6 millones de migrantes hoy en el mundo, que se van como les pasa a nuestros hermanos de las provincias que vienen a los asentamientos de las ciudades. Esto es producto del capitalismo, del imperialismo en el que estamos viviendo, donde se sojuzgan continentes enteros como pasa con África, y con los chinos acá, y en los países dependientes. El colonialismo sigue”.
 
“Hay artistas que no pretenden decir nada”
Luego la conversación va hacia los debates entre los artistas plásticos, y en la cultura en general. Diana afirma que hay una parte que plantea que el arte “tiene que ser neutro. Otra parte que piensa que el artista tiene que estar comprometido. El tema es que muchos de esos te aceptan el compromiso pero para los ‘70, los ’80 o los ’90, pero ahora no. Yo hago foco en el gobierno, en esta política mentirosa y entreguista”. Cuestiona el cambio de planes y el achique de horarios en la enseñanza artística, que viene de tiempos de Menem, y reflexiona “La enseñanza artística, que parece algo elitista o superflua, es fundamental. La imagen, y la concepción de una pintura o un grabado, necesita de un desarrollo abstracto de la mente. Eso es muy importante que se pueda desarrollar en las escuelas. Yo pude entrar a Bellas Artes porque una profesora de la escuela pública vio que tenía condiciones.”
Por último, la compañera Diana Dowek reflexiona sobre las nuevas camadas de artistas, planteando “En el arte contemporáneo están los que trabajan en una línea de testimonios y nuevas tecnologías, que tienen un porqué y utilizan esos medios para decir determinadas cosas. Hay otros artistas, también en nuestro país, que utilizan el soporte por el soporte mismo. Por ejemplo la performance porno que se hizo en la facultad de Sociales, me parece de una gran superficialidad y no tiene que ver con el arte. Además, es un trato hacia la mujer espantoso. No justifico para nada esa performance. Eso es lo que tiñe el arte pretendidamente contemporáneo, en nuestro país. Son artistas con una línea muy liviana, que no pretenden decir nada, y lo plantean así son la nada, no pretenden mostrar la realidad, ni mucho menos. Por supuesto hay otras cosas maravillosas, acá y en el mundo”, finaliza Diana.