El pueblo griego votó un rotundo No a la troika y sus imposiciones en el referéndum del domingo 5 de julio. El no obtuvo un 61% de los votos, a pesar de la propaganda que les auguraba un abismo si no aceptaban las condiciones de la troika y las amenazas directas de afuera y adentro de Grecia. Pero el pueblo griego se plantó desafiante.
El pueblo griego votó un rotundo No a la troika y sus imposiciones en el referéndum del domingo 5 de julio. El no obtuvo un 61% de los votos, a pesar de la propaganda que les auguraba un abismo si no aceptaban las condiciones de la troika y las amenazas directas de afuera y adentro de Grecia. Pero el pueblo griego se plantó desafiante.
Una vez más, Grecia se manifestó por su dignidad y por su independencia nacional. El No tuvo un carácter pan helénico, nacional, popular y democrático. Ha significado una gran derrota para todo el viejo sistema político, de negocios, y sus medios. Este No está conectado directamente con todas las luchas obreras y populares de Europa y de todo el mundo, contra las políticas de ajuste, y contra las intervenciones imperialistas. Con la consigna de “otra Europa” el pueblo griego aporta a una lucha general.
El pueblo se reunió en la Plaza Syntagma para festejar
El resultado del referéndum es un rechazo popular al “régimen colonial de la deuda”, que impone medida tras medida de “austeridad” que profundizan las penurias populares. Esto llega a tal punto que, con posterioridad a la convocatoria, el FMI publicó un documento en el que reconoce que la deuda actual es impagable, y que se necesitaría una quita del 30% del monto total de la deuda y una moratoria a 20 años de los plazos de pago.
Desde el primer memorándum -cinco años atrás- se hizo evidente que los objetivos de la troika no eran solo económicos, sino también políticos: Se trataba y se trata de imponer un violento ajuste neoliberal para incorporar a Grecia a un nuevo proyecto de Unión Europea, acorde con el cual, aquella será degradada periferia europea; y de este modo, humillar al gobierno –interna e internacionalmente- para, incluso si les fuera posible, derrocarlo o forzarlo a una violenta transformación y colaboración con las fuerzas abiertamente pro-troika del sistema.
El referéndum fue llamado para rechazar la última propuesta presentada por la troika FMI-UE-BCE. Como lo aclaró el primer ministro griego Tsipras -antes y después del referéndum-, no se trata de salir del euro sino de continuar las negociaciones en otras condiciones.
Se abrió una nueva situación política no sólo para Grecia sino para Europa. Provocó la inmediata renuncia del líder de la coalición de partidos por el Sí Antonis Samaras. Se convocó a una reunión extraordinaria de la Unión Europea para el 6 para analizar la situación. Antes, habrá una reunión entre Merkel y Hollande, es decir entre los primeros ministros de los dos países que hegemonizan la Unión Europea, para acordar posiciones. El gobierno francés es más partidario de llegar a un acuerdo con Grecia. Inclusive un ministro francés habló de que no se podía imponer un nuevo tratado de Versalles.
En primeras declaraciones, la derecha en el gobierno de Alemania, empuja para una salida de Grecia del euro y de la eurozona, privilegiando actuar contra el efecto contagio en otros países afectados por la crisis, como Portugal, Irlanda, España, etc. Rusia también empuja la salida del euro y de la eurozona, por las condiciones geopolíticas de Grecia, que junto con Turquía controla la salida del Mar Negro, donde está la península de Crimea, que acaba de ser anexada por Rusia. Por otra parte el Banco Central Europeo tiene que garantizar la liquidez de los bancos griegos.
Teniendo en cuenta que la situación es muy difícil para el país y el pueblo, se ha entrado en un nuevo camino político. Parte de las fuerzas que integran Syriza, han planteado que es urgente plantear un proyecto para el día después. Se requiere una inmediata moratoria de la deuda, entre otras medidas inmediatas. Para eso hace falta un cambio político profundo, reconstrucción de la producción sobre diferentes bases y un renacimiento de la cultura social.
Este No lleva a un nuevo “Campo de dura”, pero esperanzada lucha por la salvación de Grecia, la independencia nacional, la justicia social y la soberanía popular.
