Recordemos que a fines de junio fueron despedidos 43 choferes, lo que dio inicio a una larga lucha que está en curso. Los trabajadores realizaron distintas medidas, como cortes y sacar las unidades pero sin cobrar boleto. La patronal contestó -con un pequeños grupo de carneros que sacaron a circular menos de 10 colectivos- con un lockaut, y maniobras en el Ministerio de Trabajo.
Recordemos que a fines de junio fueron despedidos 43 choferes, lo que dio inicio a una larga lucha que está en curso. Los trabajadores realizaron distintas medidas, como cortes y sacar las unidades pero sin cobrar boleto. La patronal contestó -con un pequeños grupo de carneros que sacaron a circular menos de 10 colectivos- con un lockaut, y maniobras en el Ministerio de Trabajo.
La semana pasada el conflicto se enturbió aún más, con la intervención de la jueza federal Servini de Cubría, quien ordenó el desalojo de la cabecera de Constitución, donde había una asamblea de trabajadores, y que no se saquen las unidades hasta que haya una revisión completa de las mismas.
Se logró detener parcialmente el desalojo, y quedaron una veintena de compañeros en Constitución, rodeados de fuerzas de seguridad que bloquearon tanto la entrada como la salida al lugar.
“El dato relevante de esta semana es que la jueza Servini de Cubría depuso la clausura de la línea y van a comenzar la revisión de las unidades con los 22 compañeros que siguen aguantando al interior de la cabecera de Constitución”, explicó el delegado de la Línea 60 Santiago Menconi en los medios.
El dirigente sindical recordó que Servini de Cubría “había dicho en un primer momento que tenían que desalojar a los compañeros para empezar con la revisión y proceder a la clausura. La clausura no se va a hacer y ahora también podemos pasarles comida y darle medicamentos a los dos compañeros que están enfermos”.
Respecto al festival comentó que tuvo “una convocatoria muy grande”, ya que “entre familias y otras personas que vinieron a apoyar juntamos más de 800 personas”. En la semana, un conjunto de personalidades de derechos humanos como Adolfo Pérez Esquivel, Mirta Baravalle, Elia Espen denunciaron ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación la situación de los trabajadores encerrados en Constitución, y reclamaron la “restitución de derechos conculcados a trabajadores de la empresa Monsa línea 60”.
Los trabajadores reclaman que el Ministerio de Trabajo los convoque para “que podamos sentarnos a dialogar con la empresa”. Exigen la reincorporación de los despedidos, el pago de los días caídos, y el cese de la persecución al cuerpo de delegados.