Los trabajadores de Línea 60 siguen firmes en la lucha, un mes después de que arrancaran con un paro por el despido de 53 choferes, pese a la represión en Panamericana del 28/7. Hoy la línea está sin actividad, producto de una resolución de la jueza Servini de Cubría que impide que los colectivos circulen sin cobrar boleto, como habían resuelto los trabajadores. La empresa le tira la pelota a la jueza desconociendo que hizo lockaut, y el Ministerio de Trabajo no llama a los delegados para negociar el tema de los despidos. El Ministerio del Interior y Transporte mira para otro lado. Continúa el acampe en la cabecera de Constitución, con la participación de mujeres e hijos de los choferes.
“Nosotros denunciamos el robo del subsidio”
Conversamos con Néstor Marcolín, delegado de la línea 60. “El gobierno ya le tendría que haber sacado el subsidio a la empresa porque no están funcionando. Los trabajadores analizamos realizar más movilizaciones esta semana. Por lo pronto, el martes -al cierre de esta edición- convocamos a una audiencia pública en el Congreso de la Nación para hacer extensiva la solidaridad y arribar a una solución.
“El jueves pasado hubo una orden de la jueza Servini de Cubría que quería ver en qué condiciones estaban los colectivos: una vez que se hacía la revisión técnica, decidió vallar toda la cabecera de Constitución durante nueve días, para revisar los coches.
“De la línea 60 somos 1.174 trabajadores. Nosotros hicimos dos movilizaciones muy grandes: una a Plaza de Mayo, para ir al Ministerio de Transporte y otra al Ministerio de Trabajo para decirle a Tomada que nos atienda: esta última fue numerosísima, marchó el 95% de los choferes, se vio que marcharon más compañeros que partidos políticos, por eso decimos que fue algo genuino.
“El conflicto se inicia porque nosotros denunciamos el robo del subsidio: un colectivo lleva la cantidad de pasajeros que deberían llevar cuatro. La empresa recibe un subsidio de 100 mil pesos por colectivo: le dan 34 millones de subsidio porque son 340 colectivos en la línea 60, pero sacan a circular solamente 244 colectivos por día. Nosotros no sabemos qué rinden al Estado ni cómo, pero cuando nosotros denunciamos a la CNRT, esta entidad comprobó que teníamos razón pero lo que hicieron fue cobrarle a Monsa una multita de 20 boletos mínimos por ramal. Un chiste: No llegaba a 11 mil pesos de multa. Después la CNRT dice que no tiene control de policía para controlar a la empresa, entonces ahí empieza todo. Ahí nos tiran por la cabeza los 53 despidos por denunciar estas irregularidades del subsidio de transporte.
“Es en este proceso en que demostramos que no íbamos a hacer huelga, que íbamos a sacar los colectivos a la calle sin cobrar boleto cuando la empresa declaró el lockout patronal; cuando nos vallaron la cabecera de constitución, le demostramos a todo el mundo que para resolver este conflicto hay que sentar en la discusión a los trabajadores; porque hasta ahora, a treinta días de conflicto, es increíble que el Ministerio de Trabajo no nos haya sentado a los trabajadores de la línea 60. No puede venir un tipo del sindicato, recién desayunado a sentarse a negociar, sin tener en cuenta a los laburantes ni los problemas que tenemos.
Solidaridad de los choferes
“Hoy somos trabajadores de cuatro empresas que estamos en una agrupación que se llama Interlineas. Después recibimos la solidaridad del chofer común, de líneas de DOTA que nos ven con simpatía pero que se solidarizan más silenciosamente porque si lo hacen público reciben represalias. Nosotros ahora vamos a hacer un fondo de lucha a nivel nacional porque este mes no nos van a pagar el sueldo y hay compañeros que ni conocemos que depositan aportes solidarios en nuestras cuentas, para sostener esta lucha. Porque la línea 60 es un referente a nivel nacional.
“Un paro nacional de transporte lo debería convocar la UTA pero no lo va a hacer porque, en vez de vernos como compañeros nos ven como enemigos. La CGT debería estar convocando a un paro porque la verdad que hagan esto con un cuerpo de delegados que denunciamos este robo del subsidio es terrible. Vos como pasajero a un colectivo que tiene que pasar cada 8 minutos, lo esperás cuarenta minutos, una hora, no es difícil de entender lo que se denuncia. Como Roberto Fernández nos quiere echar de la UTA, seguramente no va a convocar ese paro. Mientras tanto, seguiremos haciendo asambleas en todas las cabeceras para ver qué medidas hacemos en la semana, porque no nos vamos a quedar con los brazos cruzados.
El gobierno nacional subsidia al monopolio
“El gobierno nacional es responsable en esto: si le da tanta plata del subsidio, tiene que hacerse cargo de la situación. El tema es que los dueños de la línea 60 son el Grupo DOTA, que tiene 55 líneas de colectivo, tienen el monopolio del transporte público. La empresa DOTA es la dueña de la fábrica de colectivos Agrale: antes los colectivos en la calle eran todos Mercedes-Benz, ahora son todos Agrale, porque el gobierno le da al grupo DOTA un préstamo a seis años, a un 9% anual para comprarse el propio colectivo que fabrica, y después cuando el coche está en la calle le da otros 100 mil pesos por colectivo por mes y le subsidian el gasoil a 77 centavos el litro.
“No conocemos al directorio de DOTA, pero sí a Angel Faija y Juan Manuel Barros del grupo NUDO… son un monstruo, acaban de comprar la línea 168, la 57 y la San Vicente, y se dan el lujo de hacer un lockout patronal, y el gobierno se lo permite. Después de cinco días que no funciona una línea, según el decreto de la CNRT, el Estado le tiene que sacar la concesión, se lo tiene que dar a otra empresa.
“La política tanto del gobierno como de la UTA y la empresa, es destruir el cuerpo de delegados de la 60 que es un ejemplo para las demás líneas. Nos tiraron los despidos para ocultar esto y nos quieren cambiar el eje de discusión de que el problema es por un compañero que tuvo un choque.”
Para finalizar, Marcolín señala que, salvando las distancias: “hay una operación similar a lo de Once: subsidio del Estado a una empresa monopólica que encuentra un chivo expiatorio para correr el eje de la discusión: el presidente de la empresa sale a decir que el conflicto se origina por el despido de un chofer pero en su último choque no tuvo responsabilidad del hecho; y los tres choques anteriores fue dentro de la cabecera, cuando éste estaba arriba del colectivo… Acá hay un montaje de la empresa y del gobierno para desviar lo principal”.
La empresa busca voltear los delegados y el activo, para después despedir los 400 de su plan. Necesitan una camada de pibes “nuevos” para meter la precarización laboral. Urge la solidaridad de todos, con alimentos y apoyo efectivo económico para que no los quiebren.