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29 de July de 2015

Entrevistamos a Jorge Castro, secretario general de la Unión de Empleados Técnicos de las Telecomunicaciones y secretario gremial de la CTA de la Provincia de Buenos Aires. 

Ganaron los telefónicos

Tras 44 días de acampe en Capital Federal

 Castro comienza contando: “Nosotros llevamos un acampe que duró 44 días en el centro de la ciudad de Buenos Aires, en Corrientes y Maipú, frente al edificio emblemático de Telefónica Argentina. Ese es el edificio desde donde se maneja la cadena nacional. Veníamos haciendo reclamos a una contratista de Telefónica en la ciudad de La Plata -Plantel SA- desde hace un año y medio, denunciando fraude laboral, porque venía evadiendo los aportes previsionales de los trabajadores, los seguros de vida, las ART… era una deuda de entre 5 y 7 millones de pesos. El año pasado hubo un cambio de firma, y promesas de que los trabajadores iban a estar mejor. La realidad es que no fue así. 
“Hace dos meses y medio empiezan a llamar a los trabajadores desde una empresa contratista diciéndoles que tenían que renunciar a la empresa donde estaban porque esa empresa no iba a estar más y los iba a contratar una nueva, con dos condiciones: que los trabajadores no iban a estar más en el gremio de las telecomunicaciones, sino que iban a estar en el gremio de la Uocra de La Plata, que conduce el “Pata” Medina. Y lo otro es que le exigían renunciar a la empresa en la que estaban.
“Desde el sindicato promovimos una asamblea que resolvió pedir explicaciones a la empresa, y tomar medidas de fuerzas si la empresa continuaba con el vaciamiento. La contratista quería meter los muertos debajo de la alfombra, y que los trabajadores renuncien para que se caigan todos los juicios. Resolvimos marchar a Telefónica de La Plata un viernes y el día anterior cayó una patota de la Uocra La Plata que entraron a la empresa y golpearon ferozmente a los trabajadores. A un delegado le pegaron entre ocho, a otro compañero le pintaron la cara y el cuerpo con un aerosol. Hasta se subieron a un tanque de agua y colgaron una bandera de la Uocra. Amenazaron con que si no se incorporaban al gremio de la construcción los iban a buscar a la casa. Había mucha gente armada y la zona estaba liberada.
“Luego de un acto de repudio que hicimos en Capital Federal, la empresa despide a todos los trabajadores, 70 compañeros. Uocra, Telefónica y el Ministerio de Trabajo de provincia de Buenos Aires firman un acuerdo desvinculando a esta contratista y dándole pista a una empresa fantasma que ya había negociado con Uocra a la que se tenían que incorporar los trabajadores. Además, que ninguna empresa en La Plata podía trabajar en esta área si sus trabajadores no estaban enrolados en Uocra”.
 
—Así llegaron al acampe….
—Los trabajadores se animaron a enfrentar a esta mafia, y estuvimos acampando 44 días frente a Telefónica, reclamando que se hagan cargo de los trabajadores. Venimos denunciando desde hace muchos años el fraude que existe en las tercerizadas y el encuadre de los telefónicos. Han pasado 25 años de los 90, cuando empezó la tercerización y la precarización de los telefónicos con Menem y estos, que dicen ser diferentes siguen avalando la década del 90. Nosotros reclamamos estar en el convenio de los telefónicos, porque hacemos trabajo de telefónicos. Nos tienen que sacar del encuadre de trabajadores de la construcción. 
Fue un conflicto muy duro, porque se enfrentaron dos modelos. Desde Uettel impulsamos el encuadre en el convenio de telefónicos, y estaban los que quieren seguir manteniendo el convenio de Uocra, que es un convenio a la baja. Hubo aprietes de todo tipo, hasta Foetra metió la cola.
La verdad pensamos que el conflicto se iba a resolver en menos tiempo, pero lo que estaba en disputa era muy importante: la representación de los telefónicos. Por eso Telefónica se puso tan dura. También tuvo que ver que era tiempo de elecciones en la Capital Federal, y había un tire y afloje entre el gobierno de Cristina y el de Macri para embarrarle la cancha a Scioli. Hay que tener en cuenta que el conflicto empezó en La Plata, y que la conducción de la Uocra banca la campaña de Scioli. Nosotros lo que queríamos es que nuestros compañeros recuperen sus puestos de trabajo. 
 
—¿Cómo se resolvió?
—En un 80% los compañeros han ingresado a una empresa que se llama Chik SA, subcontratista de Telefónica y radicada en Capital Federal. Los compañeros arrancarían a partir del 3 de agosto. El resto de los compañeros optaron por una capacitación paga con posibilidades de reinstalarlos en otras empresas. Esa es la deuda pendiente que queda en este conflicto. 
 
—¿Cuál es el estado de ánimo de los trabajadores después del conflicto?
—Creo que los compañeros se fortalecieron. Había jóvenes que nunca combatieron, y mucho menos contra una multinacional como ésta. Este acampe fue una experiencia de vida. Imaginate que fueron 44 días. Los compañeros le pusieron “Gran hermano” al acampe, porque convivieron todos estos días. Yo digo que los compañeros se han transformado en leones. Esto muestra que luchando se puede. Enfrentamos un intento de desalojo a los 30 días del acampe, por orden de una fiscal. Fue un momento muy duro porque el conflicto no estaba resuelto y encima nos iban a reprimir. Tomamos la decisión de subir las carpas a la vereda para evitar la represión. Así aguantamos 14 días más hasta que se resolvió el conflicto. 
 
—Contaron con mucha solidaridad…
—Sí. Desde la misma gente que pasaba por el lugar hasta muchas organizaciones y personalidades. Pasaron muchos diputados y hay que destacar el trabajo de Víctor De Gennaro que estuvo presente en varias oportunidades, incluso el día desalojo, cuando me ayudó a mí en tanto secretario del sindicato a operar en la Justicia para evitar la represión. Obviamente estuvo la CTA, a la que pertenece Uettel. Muchos movimientos sociales se solidarizaron, como la CCC, el MAR, el MST.
 
—Ustedes como gremio, vienen denunciando la política de tercerización de las telefónicas, avalada por el gobierno…
—Nosotros creemos que salir bien parados de este conflicto nos fortalece, nos potencia. Vamos a seguir en la misma línea. Levantando las banderas por las que se fundó este sindicato, que es romper con este sistema de precarización, por el que se han llevado mucha plata desde la década del 90. Uettel demostró donde está parado, porque tenemos muchos gremios que avalan esta política, y tienen negociados que sólo ellos conocen. Vamos a seguir defendiendo a los trabajadores, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino que apostamos a ir más lejos.