Después de la gran lucha de los docentes y de los gremios estatales, la lucha sigue. Los judiciales están en asamblea permanente, han presionado y reunido con el tribunal, exigiendo pase al básico de los 700 pesos que cobran por resolución, que se les pague a los profesionales el ítem correspondiente a título, etc. Los camioneros la semana pasada realizaron un paro y movilización, al igual que los petroleros, en reclamo de aumento salarial. Los docentes están alertas analizando los ítems acordados de pago entre el gremio y el gobierno. Acuerdos que fueron muy positivos, que se lograron gracias a la extraordinaria lucha realizada, pero que debido a la inflación, el costo de vida, y que siguen teniendo sumas no en negro, pero se podría decir en un gris. Siguen las conversaciones entre el gremio y el Estado para el pase del presentismo al básico, el tema de los concursos y titularizaciones, y la sanción de una ley de paritarias específica para los docentes, dado que tenemos un régimen de cargos específico.
En este contexto es que los partidos políticos del sistema han comenzado a poner el debate en octubre. El Frente para la Victoria kirchnerista está dividido por la crisis política que le desencadenó la lucha de los docentes y estatales, y subidos a esto, todos los otros grupos se van armando. Los radicales ya se debaten si van a internas entre Fredy (grupo histórico, que ha estado ligado a De la Rúa) y Costas (dueño del hipermercado de materiales “El tehuelche”, la mayoría de agencias de autos, etc.). El ARI está armando sus filas, impulsado por sectores del Frente Grande, de radicales y de la iglesia. Por otro lado están los sectores que trabajan con Arnold, quien fuera funcionario y vice gobernador de Kirchner, y fue parte de la conducción de la mina de Río Turbio cuando murieron nuestros queridos 14 mineros con Silverio Méndez a la cabeza, y son sectores que se los liga al duhaldismo.
Hasta el MST y el PO van a las mesas de café para ver qué frente antikirchnerista se puede armar.
Está claro que el enemigo a vencer en las elecciones de octubre (al parecer las podrían adelantar para septiembre) son los sectores que responden al Lupo, pero ¿sobre qué base y qué camino?
Las necesidades no pueden esperar a octubre
Los sectores populares no pueden esperar hasta octubre que se les resuelva la falta de agua, luz, gas, etc, que se sigan entregando nuestras riquezas naturales y fuentes de energía como se hizo entre la provincia, la nación y el grupo Pan American. No se puede esperar que no haya leche en las góndolas del supermercado para nuestros hijos y que cada sachet cueste más de $ 2.35, que el alquiler de un monoambiente cueste como barato $ 1.200.
Las urgencias son hoy, no en octubre. Por otro lado, el camino no son las elecciones armadas por las clases dominantes, donde uno elige entre los candidatos que ellos nos imponen. El camino para resolver las urgencias de nuestro pueblo es, como se ha demostrado, la lucha en las calles, la unidad de todos los que luchan y la conformación de una multisectorial, amplia, con un programa que pelee por la no extranjerización de la tierra, de nuestras riquezas mineras, pesqueras y petroleras, que dé respuestas a las necesidades inmediatas de trabajo digno, salud, vivienda y educación. Esa multisectorial sí puede llamar a elecciones para reformar la Constitución o lo que sea necesario para abrir un camino que realmente dé respuestas a nuestras necesidades y no a las necesidades de unos pocos.
El tema es si estamos dispuestos a hacer lo que es posible o lo que es necesario. Que si nos mantenemos en la lucha, en la calle y unidos, es también posible.
