Al momento de su secuestro, el 1 de noviembre de 1977, Quebracho era secretario de Organización del Comité Central de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR).
Al momento de su secuestro, el 1 de noviembre de 1977, Quebracho era secretario de Organización del Comité Central de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR).
Nacido en la ciudad de Frías, en Santiago del Estero, fue a estudiar y trabajar a Córdoba, donde adhirió a las ideas del comunismo revolucionario. Fue un activo luchador en el movimiento estudiantil secundario y luego en el Smata Córdoba dirigido por René Salamanca, donde comenzó a organizar la Comisión Juvenil del gremio.
Revolucionario en las aulas, clasista en la fábrica, estuvo en la primera línea de la lucha contra el golpe de Estado de marzo de 1976. Y después contra la dictadura videlista, la que lo secuestró mientras participaba en la organización del histórico paro de los trabajadores ferroviarios de noviembre de 1977.
Quebracho estuvo secuestrado en el Centro Clandestino de Detención y Tortura “Club Atlético” en los sótanos del edificio del Servicio de Aprovisionamiento y Talleres de la División Administrativa de la Policía Federal, en plena ciudad de Buenos Aires, donde realizamos un emotivo y merecido homenaje en 2014. Allí, su compañera Teresita Castrillejo recordó, entre otras cosas: “A los dieciocho participa de lo que le va a cambiar la vida, el Cordobazo. Ese fue un antes y un después en la vida del Negro y en la vida de miles de jóvenes de esa época… A los 22 años, muy joven, se echó al hombro la tarea de organizar la Juventud Comunista Revolucionaria, trasladándose a Buenos Aires. Al Negro no sólo le debemos lo que fue la lucha en Córdoba sino encabezar la lucha antigolpista”.
Teresita, fundadora de Madres de Plaza de Mayo en Mendoza, afirmó “Nunca nos han contestado sobre su vida. Eso me da mucha bronca. Estoy de acuerdo en revisar la palabra desaparecido, porque es un pequeño triunfo de Videla, es ‘ni vivos, ni muertos, desaparecidos’. Y yo digo: lo quiero vivo y, si no, que me digan quién lo mató, dónde lo mataron, dónde lo tiraron porque queremos ir a ponerle una flor”.
Seguimos reclamando que se juzgue a los responsables del secuestro de Quebracho y denunciamos, como planteó la abogada Verónica Quinteros en el homenaje, “No obstante la infinidad de pruebas obrantes en el expediente ningún represor de este campo de concentración ha sido imputado por las torturas y desaparición de nuestro compañero”.
Manuel Guerra, Quebracho, es un ejemplo para todos los comunistas revolucionarios y los clasistas, de las viejas y nuevas generaciones. “Muchos no estaríamos aquí sin el heroico silencio de Manuel”, recordaba Ricardo Fierro.
En este nuevo aniversario de su secuestro, reafirmamos nuestro compromiso en no aflojar un día hasta que se haga justicia con su secuestro y el de los 30.000, y en llevar hasta la victoria las banderas por las que Quebracho peleó hasta el último día, dejándonos un ejemplo imborrable. Como dijo el hijo de Quebracho, Facundo Guerra “Tenemos que comprometernos con nuestra vida para seguir en esa lucha para que los sueños de los 30 mil desaparecidos se concreten”.