Quedamos en la actualidad 360 compañeras y compañeros, unos 100 menos que hace un año y medio, lo que también trae aparejados problemas en las líneas de producción. El punto de equilibrio para sostenernos es de 225.000 m2 de producción mensuales, hoy estamos produciendo 125.000 m2.
Quedamos en la actualidad 360 compañeras y compañeros, unos 100 menos que hace un año y medio, lo que también trae aparejados problemas en las líneas de producción. El punto de equilibrio para sostenernos es de 225.000 m2 de producción mensuales, hoy estamos produciendo 125.000 m2.
¿A qué se debe esta difícil circunstancia?
Entendemos que hay tres causas principales. La primera es que los gobiernos, tanto el provincial y principalmente el nacional, tuvieron la política de boicotear las experiencias de las empresas recuperadas. En nuestra provincia Menem y Sobisch le dieron en su momento 20 millones de dólares a Luigi Zanon para ampliar la fábrica, se subsidiaron con 300 millones de dólares las 5 bodegas de San Patricio del Chañar, y hoy el gobierno de CK subsidia a las petroleras con más de 30 dólares por barril. Pero para que nosotros podamos seguir produciendo tuvimos que arrancar con nuestra lucha algunos subsidios para energía y gas, algunas compras anticipadas y el PTA que es un monto fijo de 1.500 pesos por mes para cada compañero. Siempre se negaron a otorgarnos créditos blandos o aportes para renovación y reparación de la maquinaria.
La segunda causa es que la dirección política de la fábrica, y del Sindicato que hegemonizó el PTS durante muchos años, impulsó la idea de que una fábrica recuperada en el capitalismo no sobrevive, que tenía que ser absorbida por el Estado. Entonces no se plantearon mejorar la fábrica, sostener la producción, tecnificar. Tampoco exigir créditos blandos, que el Estado te tenga como proveedor privilegiado, leyes impositivas menos severas, la sustitución de materias primas, etc.
Esta línea, en definitiva, no nos permitió impulsar una lucha política junto con las otras fábricas recuperadas. Tampoco golpear junto con sectores de la industria nacional, enfrentando la política de asfixia del gobierno nacional que benefició la entrada de cerámicos y porcelanato a los monopolios extranjeros, principalmente chinos. Y la tercera causa es que siempre dividieron la lucha política de la lucha por la producción. La parte política y la parte productiva como la llamaron.
Sostener la producción implica pelear los objetivos comunes de producción, de disciplina y de convivencia aprobados en las asambleas.
Esta división entre lo productivo y lo político generó camarillas. Por eso comenzaron a hacer la vista gorda con los que no laburaban o con los que no cumplían. A ser permisivos con quienes violaban las normas de convivencia, aunque esto atentara contra la gestión obrera.
Esta situación generó división entre los compañeros, que resolvieran de mal modo contradicciones entre los propios compañeros, y una buena cuota de bronca y desánimo.
A esto se agrega que una parte importante de los compañeros ven que algunos dirigentes tratan de usar el prestigio de la fábrica para proyectar el armado del FIT. Mientras que hace más de 2 años algunos compañeros del sector independiente con la complicidad del PTS nos llevaron atrás de las promesas de un crédito del ministro Kicillof que nunca llegó.
La salida que vemos
Esta situación tiene salida, pero es necesario cambiar. Tenemos que lograr unir a la fábrica en el objetivo de sacarla adelante, de llegar a los niveles de producción necesarios, con el esfuerzo que implique. Prepararnos para los momentos difíciles que se avecinan, exigiendo el cumplimiento de los créditos comprometidos por el gobierno nacional. Que todos los compañeros sean los protagonistas de las decisiones que se toman y de su efectivo control.
Las compañeras y compañeros se sienten orgullosos de lo que hicieron, desde la toma de la fábrica, la puesta en marcha de la producción, la expropiación. Sabemos que Zanon bajo control obrero es una experiencia emblemática para toda la clase obrera. Muchos obreros, como se discute en los pozos petroleros, frente a la crisis y los despidos se plantean hacer como en Zanon. Por eso los que nos reivindicamos clasistas tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas para que nuestra experiencia pueda avanzar, y aporte para una salida de liberación nacional y social.