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02 de October de 2010

A 34 años del golpe fascista y la huelga general

Documento del PCR del Uruguay

El 27 de junio de 1973, a través de un golpe de estado, se instauró en nuestro país una sangrienta dictadura militar fascista, al servicio de la oligarquía, de la banca extranjera, de la gran burguesía, del gran latifundio y del imperialismo, especialmente el yanqui.
Por 12 años eliminó las libertades democráticas conquistadas durante décadas por la lucha obrera y popular, y aplicó el terrorismo en un verdadero ajuste de cuentas contra la clase obrera y el pueblo.
La mayoría reformista de la dirección de la CNT, donde desde 1955 predominaba el PCU revisionista, había planteado las “coincidencias objetivas” con los comunicados 4 y 7 en febrero de ese año –cuando las Fuerzas Armadas iniciaron abiertamente el golpe fascista–, y no había dado cumplimiento a las resoluciones de los congresos de la CNT, que planteaban la huelga general para estos casos.
A pesar de ello y de las ilusiones que sembró el reformismo en ese golpe militar, la clase obrera, los estudiantes y el pueblo, el 27 de junio y sin vacilaciones, mientras el reformismo todavía intentaba negociar y planteaba un paro por salarios, ocuparon las fábricas, las facultades y centros de trabajo coincidiendo con la línea clasista y combativa que se venía impulsando desde la Tendencia, desde nuestro Partido y las organizaciones revolucionarias que se habían desarrollado al calor de las luchas de esos años.
La heroica y gloriosa huelga general de 15 días puso en práctica lo resuelto por los congresos y mostró en la práctica el papel de vanguardia y fuerza motriz principal que cumple la clase obrera en la lucha democrática y revolucionaria en nuestro país, dependiente, oprimido por el imperialismo y de capitalismo atrasado.
Mostró también algo de gran importancia para definir la estrategia y el camino revolucionarios: que sólo con una huelga general no alcanza para parar un golpe, y que es necesario un gran levantamiento insurreccional que logre, además, no volver a la vieja democracia burguesa, que encubre la dictadura del gran capital, sino que logre dar pasos en la perspectiva de una verdadera revolución obrera y popular por la liberación nacional y la marcha ininterrumpida al socialismo.

Vigencia de la lucha contra la Dictadura
Honrar hoy a todos los mártires del pueblo, a todos los compañeros desaparecidos y asesinados, a todos los que sufrieron la tortura y la persecución, es persistir en la lucha revolucionaria y enfrentar con firmeza la política continuista y proimperialista del gobierno del Frente Amplio, del llamado progresismo. Gobierno que se va desenmascarando cada día ante el pueblo y que el pasado 19 de junio ha sufrido una grave derrota política, cuando convocó al pueblo al acto por un Nunca Más, que era un Punto Final y la Reconciliación con quienes todavía no han reconocido sus crímenes. Acto que fue rechazado por el pueblo, que lo castigó con su ausencia y con una presencia importante de varios miles de personas en la combativa marcha convocada por la Coordinación por el Nunca Más Terrorismo de Estado, que integramos.
La lucha actual por abrir la rendición de cuentas a las reivindicaciones salariales de los trabajadores del Estado, por mayor presupuesto a la enseñanza pública, y la lucha salarial y por condiciones laborales en la industria y en el conjunto del sector privado que se está desarrollando, muestran que la clase obrera está para ir a más y que viene calando a los verseros del gobierno.
Al gobierno oportunista del FA se le cae la careta. El camino reformista electoral muestra sus límites, pero al pueblo se le abre un nuevo camino: el de impulsar, extender y profundizar las luchas, aprendiendo de la gloriosa huelga general de 15 días que hoy recordamos, en el camino de una pueblada y en una perspectiva revolucionaria, para imponer un verdadero programa antiimperialista y popular, por el no pago de la deuda externa, por el salariazo y trabajo para todos, por la reforma agraria, por la nacionalización de la banca, contra todas las privatizaciones y las papeleras, por salud, vivienda y educación.
Para ese camino y en la lucha histórica por el comunismo, junto a la clase obrera internacional y a los pueblos oprimidos del mundo, nuestro Partido honra también a sus 16 mártires heroicos persistiendo en su base ideológica marxista-leninista-maoísta, construyendo el Partido en el seno de agrupaciones clasistas en los sindicatos, en los gremios estudiantiles y en los barrios, uniéndonos con los compañeros de Asamblea Popular para construir una herramienta al servicio de la lucha política de la clase obrera y el pueblo, y llevando adelante también la más amplia unidad de acción para la lucha, impulsando coordinaciones como la del 9 de marzo, cuando la visita del genocida Bush, la del 1º de Mayo independiente, clasista y combativo, y la reciente del 19 de Junio donde con nuestro prócer José Artigas, el pueblo oriental volvió a “jurar un odio eterno a toda clase de tiranías”.

> Solidaridad con Irak, Afganistán y Palestina.
> Solidaridad con Cuba, Venezuela, Bolivia y la lucha de los pueblos de América Latina.
> Solidaridad con los gremios en conflicto.
> Verdad y justicia – Basta de impunidad, juicio y castigo a los responsables de los crímenes de la dictadura.
> Contra la represión a las movilizaciones populares, la criminalización de la protesta, la aplicación del delito de sedición, y por la libertad para Fernando.
> Hacia la Pueblada, por el salariazo: impulsar, extender y profundizar la lucha obrera y popular.
Partido Comunista Revolucionario
del Uruguay
27 de junio de 2007