La escalada de criminalización hacia el pueblo mapuche en Neuquén tuvo su epicentro en noviembre de este año cuando Relmu Ñanco enfrentó un juicio oral con una imputación por homicidio en grado de tentativa en la ciudad de Zapala.
La escalada de criminalización hacia el pueblo mapuche en Neuquén tuvo su epicentro en noviembre de este año cuando Relmu Ñanco enfrentó un juicio oral con una imputación por homicidio en grado de tentativa en la ciudad de Zapala.
Relmu, es una mujer mapuche, integrante de la Comunidad Winkul Newen, madre de tres hijos, y fue acusada de intentar matar a una oficial de justicia en un procedimiento judicial por el que se intimaba al desalojo de su territorio. El operativo había sido ordenado por la jueza Zapalina Ivonne San Martin (conocida por su sistemático accionar antimapuche) a pedido de la petrolera estadounidense Apache (hoy subsidiaria de YPF S.A.). La Comunidad se resistió al desalojo, que era encabezado por el abogado de la petrolera con máquinas retroescavadoras, y en el hecho resultó herida la oficial de justicia.
Como en tantos otros casos se puso en evidencia, en ese proceso judicial, que en Neuquén el Poder Judicial está al servicio de los acuerdos entre los grandes monopolios y el gobierno que pactan las explotaciones petroleras al margen de las necesidades populares y de la voluntad de las comunidades mapuches.
Quince años para Relmu pidió la fiscal Sandra González Taboada por considerar que era la responsable de las heridas a la oficial. También llevaron a juicio a dos mapuches más: Martín Maliqueo y Mauricio Rain por delitos de daño y lesiones.
Durante el juicio se cosechó una enorme solidaridad hacia el pueblo mapuche de parte de y personalidades como Nora Cortiñas, Perez Esquivel, Felix Díaz y de muchas organizaciones de nuestra región, entre ellas nuestro Partido, amigos de la causa mapuche. El Consejo Zonal Centro se puso a la cabeza de lograr la absolución de Relmu en el entendimiento de que esa arremetida del gobierno provincial y las petroleras era una arremetida contra todo el pueblo mapuche en lucha y que no era lo mismo cual fuera el resultado que se obtuviera. Fue un acierto político importante la lucha emprendida y tener claro quiénes se beneficiaban con este juicio. Y la pelea dio sus frutos: Relmu fue encontrada “no culpable” de la tentativa de homicidio por un jurado popular intercultural (de 12 miembros de los cuales 6 eran mapuches), mientras que Martín y Mauricio resultaron absueltos.
Recientemente además, prescribió el hecho por el que se la había encontrado culpable a Relmu: daño leve, la prescripción ocurrió mientras se encontraban en trámite las impugnaciones correspondientes esgrimidas por la defensa. Con esto, el triunfo es definitivo y se desactivó todo el operativo desplegado por el Poder Judicial.
El juicio con el que intentaron amedrentar a todo el pueblo mapuche está inmerso en un contexto donde el gobierno provincial sistemáticamente pone en situación de vulnerabilidad a las comunidades por falta de políticas de titulación de tierras indígenas y por acuerdos con estancieros, terratenientes y empresas petroleras. En acuerdo con el gobierno nacional hace 9 años que tienen retrasado el relevamiento territorial de la ley 26.160 que todavía no tiene ninguna carpeta técnica con resolución.
Es imprescindible la unidad de todo el pueblo mapuche de la provincia para exigir el cierre definitivo de las carpetas; las resoluciones del INAI con el reconocimiento territorial y una salida concreta para la mensura y titulación de esos territorios. Esta es la pelea actual y la forma de tener mayor control sobre los territorios frente a las decisiones inconsultas que se toman sobre los recursos naturales y la vida de la gente.