El miércoles 2 de diciembre volvió a su puesto de trabajo, después de 6 años, el compañero Kike Villalba.
El miércoles 2 de diciembre volvió a su puesto de trabajo, después de 6 años, el compañero Kike Villalba.
Kike fue recibido por las compañeras y compañeros de la Comisión Interna, y por muchos compañeros de trabajo. Fuera de la empresa, lo acompañaron familiares; compañeros de la Ag. Primero de Mayo de la alimentación; de la CCC de la Zona Norte; trabajadores despedidos que siguen peleando por su reincorporación; Gerardo Robbiano (ex interna de Bosch); Mario Segovia (PCR); del centro de estudiantes del San Pedro Claver, y por Ramón Bogado, dirigente obrero y del PCR, con quien Kike se dio un abrazo en agradecimiento de todo el acompañamiento, mientras afirmaba que “plantarse contra los despidos en agosto del 2009 fue lo que impidió que pase el plan de despidos masivos”.
Este hecho es un gran triunfo del conjunto de los trabajadores, y en particular de todos los que siguieron la pelea por la reincorporación de los compañeros que no entraron tras el conflicto del 2009.
Recordemos que Kike es uno de los más de 160 despedidos por la entonces Kraft, el 18 de agosto del 2009, lo que dio inicio al largo conflicto de más de 60 días (38 de los cuales se mantuvo la fábrica ocupada). Kike es parte de los que se quedó a resistir en la planta el 25 de septiembre del 2009, cuando la policía bonaerense, con acuerdo del gobierno nacional, reprimió y transformó la fábrica en un centro de detención.
Villalba siguió la pelea desde afuera, todos estos años, junto a otros compañeros, y con el apoyo de su familia. Se bancó puchereando con distintos trabajos, mientras transcurrían largas y arduas instancias judiciales, en las que la patronal yanqui buscó impedir su reingreso. En la última audiencia el juzgado falló a favor de su reingreso, pese a lo cual hubo que presentar una cautelar para hacerla efectiva.
En todas las audiencias, tanto él como los otros compañeros despedidos, como Pablo Vega y César García, estuvieron acompañados solidariamente por trabajadores de la fábrica, la 1º de Mayo, los desocupados y jubilados de la CCC, así como por otros sectores populares.
Este triunfo da más fuerza para seguir la pelea por la reincorporación del resto de los despedidos a los que no pudieron comprar ni quebrar pese a las dificultades económicas, y que son un orgullo para el clasismo, como Pablo Vega, a quien el juzgado le falló en contra, lo que fue apelado.
