La consultora Economía & Regiones (E&R), que dirigía anteriormente el actual ministro del Interior Rogelio Frigerio, dice: “Tenemos certeza que el BCRA seguirá emitiendo para financiar al sector público nacional en el corto plazo. De hecho, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, anunció que este año el BCRA emitirá $165.000 millones para asistir al Tesoro”, que para ser consistente con la meta de inflación ‘debería absorber la mitad con Lebac’, cuyo stock a renovar ya representa 6% del PBI”.
El financiamiento del Banco Central son más pesos que lo obligan a absorber parte de la emisión con bonos Lebac (Letras del Banco Central) que pagan altas tasas de interés, para evitar que todos esos pesos se trasladen inmediatamente a los precios (o al dólar), lo mismo que venían haciendo la dupla Kicillof-Vanoli. “Este accionar del BCRA, emitiendo por una ventanilla y absorbiendo por otra, potencia el déficit cuasifiscal y la emisión potencial de dinero y, en consecuencia, la inflación”, sostiene E&R.
“En el último mes la autoridad monetaria no sólo absorbió más pesos vía colocación de Letras sino que, ante la necesidad de estabilizar las expectativas de devaluación de corto plazo, incorporó tramos más cortos en sus licitaciones semanales (sumó Letras de 35 y 63 días) y las premió con mayor tasa de interés, de forma tal que actualmente la curva de rendimientos se encuentra invertida (a menor plazo, mayor ganancia)”, destaca un informe de Ecolatina.
Al incremento de los pagos por intereses hay que agregar el aumento de la deuda por capital: “Entre capital e intereses los compromisos del BCRA para lo que resta de 2016 ascienden a $478.500 millones, monto equivalente al nivel actual de la base monetaria. Si quisiera renovarse la totalidad de estos compromisos (sin emitir ni esterilizar más) se generarían intereses adicionales por $60.750 millones, por lo que este año el pago de intereses del BCRA ascendería a $125.500 millones”, señala Escolatina. Tras la devaluación y una elevación de la tasa de interés a casi el 38% en la segunda mitad de diciembre, la relativa calma del dólar permitió que las mismas bajaran al 30,5% actual. Sin embargo, en las últimas semanas, con la mayor inflación y devaluación del peso permitida por el BCRA, ha revivido “la clásica puja entre el dólar y el rendimiento de la deuda en pesos del BCRA”.
Tener una renta dolarizada sigue siendo el objetivo de los “inversores” (los grandes bancos, cerealeras, mineras y demás “niñas mimadas” del macrismo), que a su vez tratan de aprovechar al máximo las altas tasas en pesos que paga el Banco Central. ¿Cómo combinar ambas opciones en un solo mecanismo? Con lo que en la jerga financiera de la City porteña denominan el ‘sintético’, que consiste en aprovechar las tasas de las Lebac de 35 días del 29,5% anual, cubrirse (hedgearse) con un seguro de cambio, al comprar dólar futuro, que tiene un costo del 8% (siempre con comisiones incluidas), lo que arroja una tasa de interés anual dolarizada del 21,5%.
También están quienes quieren hacer durar más la bicicleta, aunque ganen un poco menos. Es decir, colocar en las Lebac de 63 días al 29% y cubrirse con dólar futuro en Rofex a un costo mayor, del 13,5%, lo que arroja una tasa dolarizada anual del 15%.
Así se sigue engordando la bomba de tiempo montada en el Banco Central con la bicicleta finananciera kirchnerista, presionando por una mayor devaluación del peso (en un par de semanas se ha sumado un 10% al 40% de diciembre) o mayores tasas de interés de las que desde 2014 vienen ahogando toda actividad productiva.