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16 de March de 2016

El pasado 11 de marzo falleció la querida Marta Rusconi, madre de Enrique Rusconi, asesinado en 1975 por patriota, antigolpista y comunista revolucionario.

Marta Rusconi ¡presente!

Una mujer que era feliz en la lucha

En su despedida, junto a sus familiares, estuvieron compañeros del PCR y la JCR de la zona de La Plata, Berisso, Ensenada y Chascomús, así como de otras zonas. También había camaradas del Comité Central del PCR y del de la JCR.
 

En su despedida, junto a sus familiares, estuvieron compañeros del PCR y la JCR de la zona de La Plata, Berisso, Ensenada y Chascomús, así como de otras zonas. También había camaradas del Comité Central del PCR y del de la JCR.
 
En un breve  homenaje, se leyó el saludo del Comité Central de la JCR, que plantea “Con mucho dolor despedimos a Marta Rusconi, madre de Enrique Rusconi. Incansable luchadora hasta el final de sus días por memoria, verdad y justicia. Somos miles de jóvenes que peleamos por cambiar la Argentina y nos guiamos en su ejemplo. No descansaremos hasta hacer realidad la Argentina por la que Enrique dio su vida y Marta luchó hasta el final. Marta Rusconi, hasta la victoria siempre”.
 
Por el Partido y la familia la despidió la compañera de Enrique, Yiya Rusconi, quien muy emocionada afirmó “Hacer una semblanza de Marta sería muy fácil y muy difícil. Una compañera me dijo al saludarme, ‘una gran camarada’. Creo que esa es una definición de lo que ha sido Marta. Porque Marta fue, junto con Enrique, una de las fundadoras de este Partido. Nació con este Partido junto con su hijo. Marta estuvo siempre presente. Siempre presente. Marta fue un puntal en los difíciles días de la lucha antigolpista, y mucho más jugó su vida en la lucha contra la dictadura, escondiendo libros, hablando con la gente, saliendo corriendo con sus nietas en brazos. 
 
“Marta realmente estaba dispuesta a dar su vida por este partido, como todos, los más viejos y los más jóvenes, estamos decididos a hacerlo, por esas palabras que ha leído el compañero de la Juventud. 
 
“Marta era feliz en la lucha. Feliz en cada Encuentro de Mujeres. En cada taller donde hacía escuchar su voz, defendiendo al pueblo, defendiendo a las mujeres, defendiendo a los jubilados, luchando siempre con un faro que era la revolución. Siempre pensando que la revolución es posible. Siempre decía que todo iba a cambiar únicamente cuando hagamos la revolución. 
 
“Es difícil, porque sé que me van a quedar montones y montones de cosas sin decir. Los que tuvimos la suerte de marchar junto a ella en innumerables marchas, los 24 de Marzo, los 8 de Marzo, marchas del Astillero. Se ponía su pañuelo y encabezaba la lucha. Era su esencia, la esencia de un comunista era Marta.
 
“No sé qué más decir porque con nosotros, con mis hijas y conmigo, tanto Marta como Raúl le dieron vida, como dieron vida tantos en el Partido pero nos dieron vida.
 
“En los últimos momentos que pude hablar con ella, llegué a casa y anoté una hojita porque me parecía que eran palabras que hacían a la semblanza de Marta. Parece tan pobre la palabra semblanza. Pero Marta me dijo: “ay hija, qué rápido pasan los años. Así es la vida. Lucha, dolor, alegría, placer. Como siempre me decía Enrique: ‘por un año más de lucha, mamá’. Esa era Marta Rusconi”.