Estaban presentes representantes de trabajadores de salud de distintos hospitales, unidades sanitarias y salas de salud como la sala del barrio María Elena. En el marco de un día especial, teñido por la convocatoria a acompañar a la ex presidente Cristina Kirchner, en su presentación frente al juez Bonadío, en los tribunales de Comodoro Py que, como se señaló en la asamblea, había retaceado la convocatoria al igual que el clima adverso -día lluvioso- un contingente de profesionales y trabajadores de salud, acompañados por algunos pacientes se hizo presente para hacer oír sus reclamos y darle inicio a un plan de lucha con dos ejes: por sus reclamos gremiales y en defensa de la salud pública.
La atención de salud está precarizada
El Dr. Pedro Zamparolo, vicepresidente de la APS, dijo que la situación sanitaria de La Matanza era de colapso y que la política de la intendenta Verónica Magario, continuando la de su antecesor Fernando Espinoza, lleva al vaciamiento y la privatización de la salud pública. Por lo tanto planteó que, “en defensa de la salud pública nosotros proponemos una atención primaria que parta de las necesidades de nuestro pueblo. Los que venimos del fondo, de Virrey del Pino, vemos que los problemas cotidianos se dan en los barrios, en horarios habituales: largas colas para la atención, falta de especialidades, carencia de medicamentos y ahora le han cortado el suministro de leche en polvo a las madres. La atención de salud está precarizada. Los profesionales estamos en lucha por el cumplimiento de la carrera profesional hospitalaria, por una recomposición salarial ya, por la eliminación de las bonificaciones precarizantes y el presentismo extorsivo de una tercera parte de nuestro salario real y que recorta nuestra jubilación, porque se nombre más personal para tener un equipo de salud de acuerdo a las necesidades de nuestros pacientes”.
Continuidad de las acciones de protesta
El compañero en su intervención agregó “esta asamblea es el inicio de un plan de acción que continuará en el tiempo, con acciones en los lugares de trabajo y en la calle; estamos convocando a las asociaciones de profesionales de cada centro de salud a reunirse, a debatir la problemática de cada lugar, nosotros vamos a recorrer las asambleas, la próxima semana estaremos en la de Cemefir y en la siguiente en el Centro de Salud Mental y así sucesivamente y volveremos a encontrarnos en una nueva asamblea pública el 4 de mayo aquí en la Plaza. La idea es unir fuerzas en esta pelea por nuestras reivindicaciones como profesionales y en defensa de la salud pública como dice nuestra bandera”.
La sala del Barrio María Elena
Hugo Pollola, psicólogo social de la sala de salud del barrio María Elena, aportó por su lado: “el principal problema de nuestra sala es la inestabilidad para mantener los puestos de trabajo que tenemos, para seguir prestando los servicios de salud actuales. Tenemos compañeros desde 7 a 3 años de antigüedad laboral con contratos precarios que pueden incluso caerse antes de que venza la fecha de cumplimiento, son monotributistas y su continuidad se define cada mes. Otra cuestión es la necesidad de médicos, tenemos un solo médico clínico que viene 4 días y dos de ellos los dedica a talleres de diabetes ya que su especialidad es diabetología, tenemos solo una enfermera profesional con licencia médica que se tiene que operar y es probable que no vuelva a trabajar. Por lo tanto necesitamos nuevos trabajadores de salud y garantizar la estabilidad de varios de los actuales”.
-¿Han reclamado a la Secretaría de Salud por esta situación?
-Sí. Pero hasta ahora son solo promesas, nos han dicho que iban a pasar a planta permanente los trabajadores contratados, que iban a venir enfermeros por módulos o con horas extras o dividiéndolos por salas de salud, pero nada de eso se concretó. Ya llevamos de 4 meses a un año en esta situación”.
-¿Cómo repercute la situación social que viven los vecinos en la demanda de atención?
-Nosotros notamos que se caen las changas de los vecinos que trabajan como albañiles, por eso crece la demanda para el comedor que tenemos; más mujeres, madres, que piden leche en polvo; repartíamos cinco mil kilos de leche y ya llevamos casi 4 meses con el suministro de leche cortado y no hay un compromiso de cuándo se va a normalizar. Ademá vemos que vienen pacientes de lugares más distantes de la sala, a atenderse. Como salida a esta situación, nos estamos juntando con los vecinos, organizando el barrio con delegados por manzana y como producto de estas reuniones hemos elaborado dos petitorios: uno con demandas barriales como arreglos de calles, zanjeo, iluminación y otro con pedidos de personal para la sala y si no hay una respuesta rápida pasaremos a medidas de lucha como cortar a la altura de la sala, en el Km. 27.700 la Ruta 3”.
