Ante la llegada a la provincia de integrantes de Ammar para realizar una jornada con el objetivo de organizar y sindicalizar a las mujeres en situación de prostitución conjuntamente con la CTA de los Trabajadores (Yasky), se conformó el Movimiento Abolicionista Pampeano, quienes fijaron su posición en una conferencia de prensa.
Ante la llegada a la provincia de integrantes de Ammar para realizar una jornada con el objetivo de organizar y sindicalizar a las mujeres en situación de prostitución conjuntamente con la CTA de los Trabajadores (Yasky), se conformó el Movimiento Abolicionista Pampeano, quienes fijaron su posición en una conferencia de prensa.
Repudiaron la llegada de las integrantes de La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina y dejaron en claro que nunca se va a considerar la prostitución como trabajo. “Darles un nombre de trabajo a esa explotación de los cuerpos de las mujeres, cosificación de las mujeres, no soluciona ninguna situación a la mujer sino todo lo contrario. Esto es un claro beneficio al sistema prostituyente, al colectivo de varones que consumen cuerpo de las mujeres, a las redes de trata y a los tratantes”, dijo María Zerbino integrante del movimiento Mujeres Autoconvocadas.
El Movimiento Abolicionista hace responsable al Estado y sus carentes políticas para que ninguna mujer tenga que estar en esta situación “porque la elección nunca es libre, condicionadas por la cuestión económica, la prostitución como todas las explotaciones le quita la dignidad a las personas” afirmaron.
Mónica Molina integrante de la red Par y ex secretaria de género de la Municipalidad de Santa Rosa afirmó que el país y esta provincia, jurídicamente tienen una posición abolicionista y “rechazamos en todos sus términos lo que significa la esclavitud para las personas y nuestro país es un signatario de una de las convenciones contra la tortura, contra la trata que claramente define que la prostitución y el mal que la acompaña es incompatible con la dignidad de las personas. Entendemos que no hay disquisiciones de tipo de libertad individual cuando se trata de reproducir la desigualdad entre varones y mujeres.”
Definieron a la institución prostitución como la más violenta, opresiva que hay sobre los cuerpos de las mujeres. “El territorio, el cuerpo de las mujeres es la última frontera. Es el aspecto más íntimo de la construcción de la subjetividad de las personas. El rechazo a definir la prostitución como trabajo tiene que ver con esto, la defensa irrestricta de los derechos humanos tiene que ver con esto, nosotras defendemos la decisión de nuestro cuerpo. Esta arremetida de las y los reglamentaristas tiene que ver con las alianzas que tiene el Estado, los sectores políticos, sector judicial, sectores policiales en alianza con el neoliberalismo, es clarísima esta decisión de la libre oferta y demanda. Nuestros cuerpos no son bienes de transacción, las personas no somos mercancía”, agregó Molina.
También reclamaron que los derechos de las mujeres sean respetados desde el Estado en todo su conjunto. Citaron textualmente la página oficial de Ammar “El 96% de las mujeres no tiene cobertura en salud, el 51% no terminó la primaria, el 73% no tiene vivienda, el 86% es madre y no tiene acceso a políticas públicas”. Con este ejemplo muestran cómo el Estado es cómplice de la violación de los derechos de las mujeres, derechos violentados por quienes tienen que brindarlos. La persecución a las mujeres en situación de prostitución es otro elemento donde el Estado violenta a estas mujeres. Solicitaron a los y las legisladores en todos sus ámbitos que deroguen todos los códigos contravencionales que dicta desde la dictadura militar. Y que la policía de La Pampa no persiga a las mujeres en situación de prostitución, hay que recordar que varios de estos movimientos y agrupaciones denunciaron tiempo atrás cómo la misma policía coimea y abusa de estas mujeres.
Estado proxeneta
Cintia Alcaraz, perteneciente a la Asociación Civil El Ágora afirmó que “hay una sociedad pampeana que ya se ha definido como abolicionista, cerrando lugares de explotación sexual y proxenetismo como son los cabaret y esto de dar espacios para que se reglamente este tipo de explotaciones es un retroceso en la defensa de los derechos humanos de las mujeres, las mujeres somos fuerza de trabajo y no somos objeto de consumo”. También pidió que todos los legisladores se pronuncien abolicionistas como ya lo hizo la provincia y la Secretaría de Género provincial.
Es necesario financiamiento acorde desde el Estado para brindarle espacios de trabajo genuino que no sean los cabarets como definen las reglamentaristas, como espacio de contención y seguridad para quienes caen en este tipo de violencias.
“Los ámbitos políticos, judiciales y la policía son cómplices de la explotación de las mujeres, es por eso que Estado es proxeneta. Cuando convalida todo este tipo de persecuciones de violencia hacia las mujeres en lugar de brindarles oportunidades y posibilidades a quienes están en situación de calle, terminan persiguiéndolas”, sentenció Mónica Molina.
La prostitución y la red de trata
El Movimiento afirmó que si hay prostitución hay proxenetismo, si hay proxenetismo hay explotación sexual, no hay autonomía y ese es el camino de entrada a la trata de mujeres. La trata y la prostitución son lo mismo.
El movimiento Abolicionista Pampeano está conformado por Mujeres Autoconvocadas, Todos somos Andrea, PCR, Corriente Clasista y Combativa, Juventud Comunista Revolucionaria; CTA Autónoma, ATE, Asociación El Agora, Radio Kermes, Red par, Partido Obrero, Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos, Integrantes de la Campaña Abolicionista, Abrazo por dar vida, Angel Drumel y el diputado Abel Sabarots. Desde General Pico: Tamboras del Viento, Guapabanda y Movimiento por los derechos de las Mujeres de General Pico.