El 14 de junio, cientos de miles de franceses salieron a las calles en París y en varias ciudades para volver a repudiar el proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Francois Hollande.
Un millón en París, más de 300 mil en otras ciudades, son los que redoblaron la lucha ese martes 14 según las organizaciones convocantes: centrales obreras, organizaciones estudiantiles, juveniles y de mujeres.
El 14 de junio, cientos de miles de franceses salieron a las calles en París y en varias ciudades para volver a repudiar el proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Francois Hollande.
Un millón en París, más de 300 mil en otras ciudades, son los que redoblaron la lucha ese martes 14 según las organizaciones convocantes: centrales obreras, organizaciones estudiantiles, juveniles y de mujeres.
Tanto en París como en Lions, Marsella y otros lugares, los manifestantes enfrentaron violentas represiones policiales. Decenas de heridos y detenidos, “nubes de gases lacrimógenos” se veían por distintos barrios de la ciudad. Algunos, como el Barrio Latino, “en estado de sitio” según los manifestantes.
La marcha expresó que, pese a las vacilaciones de las direcciones sindicales, sigue con mucha fuerza la voluntad de lucha contra esta Ley del Trabajo por la que el gobierno flexibiliza el sistema laboral alargando la jornada, reduciendo el salario al primer empleo, y restringiendo las negociaciones colectivas, entre otros puntos.
Entre los jóvenes ha crecido el ánimo de combate y la organización, así como el odio a la policía, que no duda en utilizar camiones hidrantes, gas lacrimógeno y palos en las marchas.
Con la excusa de los “ultraviolentos” y con provocaciones como la ruptura de vidrios en un centro de salud, los grupos especiales de las fuerzas represivas atacaron con saña a los manifestantes.
La del 14 fue la novena jornada de acción contra la reaccionaria reforma laboral, y no será la última. El 23 de junio, cuando se vote la Ley en el Senado se multiplicarán las acciones en la calle, en medio de huelgas y bloqueos en lugares de trabajo. Hasta las encuestas de los grandes medios reflejan que más del 60% de los franceses justifican las protestas, incluyendo un 49% de los partidarios del gobernante Partido “Socialista”.
