No es mucho lo que dejó: una condena al trato que Europa da a los inmigrantes, la posibilidad de viajar por los países del Mercosur con el DNI y un montón de buenas intenciones; temas de fondo como las barreras aduaneras, la condena explícita a la política del imperialismo yanqui (la Cuarta Flota fue mencionada por Chávez), no se trataron. En el caso de las barreras aduaneras nuestra presidenta, como ya nos tiene habituados, pretendió que le avalen las retenciones a los productores agrarios. Cristina, que dijo saber algunos términos jurídicos que Chávez ignora, ¿desconoce que tanto el Protocolo de Ouro Preto como el Tratado de Asunción pretenden eliminar las retenciones aduaneras a los productos que se comercian entre Argentina, Brasil y Uruguay, ya que uno de los objetivos del Mercosur es el libre tránsito de personas y productos dentro de los países que lo componen?
Entre las muchas anécdotas, se conoció que Evo Morales mencionó la posibilidad de cortar alguna naranja de las plantas que hay en Plaza Independencia, a lo que Doña Cristina con tono de maestra lo corrigió “son limones Evo…”. En realidad son plantas de naranjas amargas. No fue la única observación que le hizo en la reunión televisada. Cometió la grosería de decirle a Evo que Bolivia era “parte de la Argentina cuando se declaró la Independencia en 1816”. Evo se molestó pero no dijo nada y Chávez sonrió. Evo Morales no solo sufrió las “bromas” de Cristina sobre su país. Resulta que en el aeropuerto no había escaleras de descenso para el avión que lo trajo desde su país (modelo antiguo parece) y tuvo prácticamente que bajar dando un salto, eso fue aprovechado por Chávez para recordarle que “cuando la IV Flota yanqui controle los armamentos de nuestros países va a incluir al avión boliviano”. Evo serio.
Evo bienvenido por los tucumanos
El discurso de Evo Morales fue de agradecimiento al pueblo argentino que acoge en su seno a numerosos de sus connacionales, muy crítico respecto a la discriminación que sufren en Europa sus compatriotas, en particular los originarios. La pobreza de su país, (5.000 millones de dólares de reserva) si se lo compara con Argentina, Brasil y Venezuela, fue la respuesta frente al relajamiento de los presidentes de Argentina y de Venezuela. Después Evo fue a Famaillá, jugó un partido de fútbol con viejas glorias del fútbol argentino como Bochini y Fillol. Fue una fiesta y cayó muy bien en el pueblo de Famaillá y en la numerosa comunidad boliviana de Tucumán.
Chávez tenia programado realizar un acto luego de la Cumbre con la presencia de Bonafini y D’Elia entre otros connotados kirchneristas. Hay varias hipótesis del porqué no se hizo. Unos dicen que fue porque le cambiaron el lugar por uno más chico con cabida para 3.000 personas, otros que el gobierno le pidió que no lo haga y un tercero de que hubo una discusión por la seguridad, que Chávez quiso poner su gente –dicen que trajo 300– y Alperovich dijo no. Lo cierto es que no se hizo a pesar de que se quedó la noche del 2 de julio y se fue al día siguiente.
El gobernador Alperovich hizo de la Cumbre un objetivo estratégico, saturando con propaganda sobre los beneficios que traería para el pueblo tucumano. Los tucumanos vieron cómo el sector que iba a ser visto por los presidentes fue limpiado y arreglado. Se enteraron que los arreglos con las flores preferidas de la presidenta (rosas color salmón) costaron $ 60.000, que ahora tenemos cinco suites presidenciales en hoteles privados pagados por la provincia. No sabemos cuánto gastó la provincia, y la nación se hace la “burra” con el dinero que dijo que iba a devolver. La Legislatura aprobó los gastos sin conocer la suma gastada. Todos estos gastos se hicieron en algo que ni siquiera pudimos ver, ya que los lugares por donde circulaban los personajes que participaron de la Cumbre estaban vedados para el público tucumano.
Sí se pueden ver las obras públicas paradas por falta de dinero (4.000 empleados de la construcción suspendidos), que en Colombres se cerró una textil que ocupaba 180 obreros, en Aguilares la fábrica de Alpargatas licenció a casi todo su personal y anunció suspensiones para cuando vuelvan. Alperovich dijo que no habrá aumento salarial para los estatales. En definitiva, hasta ahora no entendemos los anuncios del gobernador cuando habló de los beneficios que nos dejaría la Cumbre.
El lunes 2, organizado por los productores agrarios se realizó un acto en la Plaza Alberdi donde participaron alrededor de 2.000 personas, hicieron uso de la palabra varios oradores y se leyó un documento que se iba a entregar a los presidentes para que conocieran la realidad del agro en tucumano. Al día siguiente, cuando pretendían presentar el documento, una patota apostada al frente del hotel donde se alojaban los presidentes, con gorras que decían “gobernador Alperovich”, agredió a los productores. A pesar de ello lograron entregar la nota a una persona del protocolo de la Cancillería que prometió entregarla.
